Riesgos y sanciones en las rotondas españolas

Un grupo de vehículos circula en una rotonda.
photo_camera Un grupo de vehículos circula en una rotonda.
La proliferación de este tipo de elementos de regulación y normalización del tráfico han causado problemas y un aumento de sanciones por su mal uso

Las glorietas o rotondas son siempre objeto de polémica en las conversaciones entre amigos. Su proliferación en las carreteras ourensanas con el paso de los años ha ido de la mano del aumento de los debates sobre su idoneidad o utilidad en algunos puntos de la red viaria.

Mientras tanto y de forma exponencial, los siniestros viales en este tipo de circunvalaciones también han aumentado, aunque sí es cierto que con el paso de los años se ha ido moderando por la comprensión de cómo circular por ellas y la mejora en las políticas viales que se aplican ya desde la formación en las autoescuelas.

Sin embargo, el 33% de los golpes que se producen en las rotondas españolas es producto de no conocer el procedimiento, tal y como se expone en los datos de la propia DGT.

Conocer las prioridades, reducir la velocidad, aumentar la distancia y entender cómo usar los carriles se antoja fundamental, aunque también lo es el respeto durante la circulación.

De esta forma, hay cinco tipos de infracción que se cometen en las glorietas.

Velocidad

El acceso a la rotonda con un velocidad superior a la permitida entraña un riesgo no solo para el propio vehículo, sino también para el resto. Si esta tiene pasos de peatón, la velocidad es doblemente peligrosa. En caso de ser interceptado por los agentes, tendrá una sanción económica. Hay que recordar que tanto la velocidad como el alcohol son los principales factores en la siniestralidad y que su reducción ha salvado miles de vidas durante los últimos años.

Prioridad

Saltarse la prioridad en una rotonda (la tiene el que ya está circulando en el interior) tiene una sanción de 200 euros y cuatro puntos.

Cambios de carril

El jugar a las trazadas dentro de una rotonda tiene sanción, aunque muchos conductores piensen que las rotondas son de circulación libre y resulta habitual ver frenazos, pitidos e improperios varios contra los que no respetan la normativa vial. No acarrea pérdida de puntos, pero sí 200 euros de multa al implicado.

Salir cruzando el carril

Es otra de las situaciones habituales a la hora de recorrer una rotonda. Muchos conductores que circulan por el carril interior no observan a su alrededor y al salir de la misma impactan contra el que está girando por el exterior o sencillamente provocan un frenazo brusco que ocasione una colisión en cadena. Si la situación es muy grave y se pone la vida de algún ocupante o peatón en peligro la sanción es de 6 puntos y 500 euros al ser considerado conducción temeraria.

Ciclistas

Son el elemento más vulnerable en la circulación y por ello hay que partir de la premisa que en una situación de duda siempre tienen la prioridad. A partir de ello, cualquier maniobra que ponga en riesgo la integridad del cicista, ya sea en una carretera convencional o en las rotondas podría implicar una sanción de 6 puntos del carnet de conducir y 500 euros de sanción, al ser considerada una maniobra temeraria.

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