El colegio público de Oímbra fue asaltado y los autores no robaron nada de valor, pero causaron cuantiosos daños. Estrellaron las jardineras contra las paredes, esparcieron jabón por las dependencias y destrozaron todo el mobiliario hasta dejar el centro educativo totalmente inutilizado.
Los profesores del colegio de Infantil y Primaria de Oímbra no suspendieron ayer las clases, pero tuvieron que entretener a los alumnos en el exterior e incluso proyectarles películas de cine al no poder utilizar varias clases y encontrarse con el interior de las instalaciones destrozadas. El centro educativo fue objeto de un acto vandálico, cuyos autores estaban siendo buscados en la jornada por la Guardia Civil. No pode mos precisar cuándo fue la salvajada, si en la madrugada del sábado o la del domingo. La encargada de la limpieza fue la que se percató de los destrozos en la mañana de lunes, cuando acudía a realizar su trabajo para reiniciar las clases, aseguró el director, Camilo Lois.
Los vándalos estrellaron las jardineras y macetas contra las paredes y además rompieron material didáctico, como el esqueleto que utilizaban los alumnos para estudiar el cuerpo humano. Las mesas las dejaron patas arriba, rompieron platos y, dentro de la despensa, destrozaron la comida destinada al alumnado. Incluso llegaron a esparcir todo el papel higiénico y jabón, con el que crearon grandes charcos de espuma en distintas dependencias. La Guardia Civil sospecha que tras los daños pueden estar antiguos alumnos.
Los vándalos estrellaron las jardineras y macetas contra las paredes y además rompieron material didáctico, como el esqueleto que utilizaban los alumnos para estudiar el cuerpo humano. Las mesas las dejaron patas arriba, rompieron platos y, dentro de la despensa, destrozaron la comida destinada al alumnado. Incluso llegaron a esparcir todo el papel higiénico y jabón, con el que crearon grandes charcos de espuma en distintas dependencias. La Guardia Civil sospecha que tras los daños pueden estar antiguos alumnos.
