En la intimidad, pero sin dejar decaer la fiesta, los vecinos de Laza celebraron el adiós con el testamento del burro y el luto de los participantes

Los peliqueiros lloran el entierro de Don Carnal

La multitud que colapsó el 'luns borralleiro' las calles y plazas de Laza dio paso a un martes de Entroido íntimo, donde los vecinos del lugar fueron protagonistas y participantes de la fiesta de despedida de Don Carnal.
Los peliqueiros veteranos fueron los encargados de abrir la fiesta con unas carreras matutinas donde demostraron su valía, a pesar de los achaques propios de la edad. En la calle o desde la ventana, los más jóvenes animaban a las figuras que ayer llevaban un pañuelo negro atado a la careta, en señal de luto por el final del Entroido 2011.

Tras el 'xantar', principalmente a base de cocido y cachucha con postres típicos de estas fechas, las calles dejaron entrever las últimas comparsas, similares a las que salieron el domingo pero donde el negro estaba ya presente entre los participantes.

La música de las charangas Támega y Vaite Xa animaron la fiesta desde la procesión pagana hasta el testamento del burro que, al caer la tarde, ofreció el 'testamenteiro'. Un pregón a base de coplas satíricas y burlescas sobre la actualidad política y social dio paso a la conclusión de la jornada con el simbólico entierro del Entroido y el luto de los peliqueiros.

Antes de empezar a contar los días en el calendario para la 'troula' de 2012, los vecinos disfrutaron del baile y la verbena a cargo de las orquestas Ritmo Joven y Trova.

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