Extranjeros en Seúl: escepticismo y preocupación ante los avisos norcoreanos

Desde el escepticismo generalizado hasta una moderada preocupación sin faltar quienes se lo toman a broma, los residentes extranjeros en Corea del Sur muestran las más diversas reacciones ante el último aviso de evacuación del bizarro régimen norcoreano.
'No estoy preocupado en absoluto, porque no creo que se vayan a producir ataques', comenta con gesto sereno Juan María Gil, estudiante español en Seúl de 24 años, un día después de que Corea del Norte aconsejara a los extranjeros en el país vecino preparar su evacuación ante una supuesta 'guerra inminente'.

El ambiente de normalidad entre los surcoreanos, acostumbrados a las amenazas del Norte tras seis décadas de tensión, se ha propagado también en gran parte de la comunidad de extranjeros en el país que, al igual que Juan María, observan la actual crisis política con escepticismo e incluso con humor.

Tras la advertencia de evacuación, jóvenes sarcásticos de diversos países residentes en el sur de la península han dado las gracias en Facebook y Twitter al régimen totalitario de Pyongyang por ser tan 'considerado' al avisar y preocuparse de su seguridad.

'Vivo cerca de la línea 6 del metro que casi llega al centro de la Tierra de lo profunda que es, así que si caen misiles allí estaré a salvo', bromea, por su parte, Stephanie Bankston, estadounidense de 28 años que trabaja como profesora de inglés en un colegio internacional de Seúl.

Stephanie asegura estar tan poco preocupada que ni siquiera se ha registrado en su Embajada, algo fundamental para ser evacuado en una eventual situación de emergencia.

La sede diplomática de EEUU en Seúl emitió hoy un comunicado en el que 'no recomienda a residentes o visitantes tomar precauciones especiales en estos momentos', mientras otras embajadas consultadas por Efe tampoco han reportado cambios en sus políticas de seguridad y de evacuación en caso de contingencia.

Sin embargo, una creciente minoría de los aproximadamente 1,4 millones de extranjeros en Corea del Sur comienza a mostrar algunos signos de nerviosismo o, al menos, de cierta desazón, como es el caso de Nathan Jackson, estadounidense de 29 años, que confiesa estar 'un poco preocupado'.

'Pienso que son amenazas vacías y Corea del Norte no tiene intenciones reales de atacar, pero si la situación se hace más tensa consideraré tomar medidas', sopesa Nathan, cuya familia en Minnesota le ha rogado que vuele de regreso a casa, atemorizada por las noticias que llegan de Corea.

La elevada percepción de alarma de padres, hermanos y amigos a miles de kilómetros del foco de tensión es aún más preocupante que las propias amenazas para algunos residentes aquí, como el español Xavi Mondelo, coordinador de proyectos de la escuela de fútbol del FC Barcelona en Seúl.

'Cuando me enteré del anuncio de Corea del Norte, lo primero que hice es avisar a mis padres antes de que se enteraran por la prensa y se asustaran más', comenta Xavi, de 28 años, tras confesar que 'no tomaba en serio' las amenazas norcoreanas hasta ayer, día en que comenzó a inquietarse 'un poco'.

En lo que casi todos coinciden es en que la percepción de las hostilidades del país vecino se amplifica desmesuradamente cuando llega al exterior a través de los medios de comunicación, a los que muchos señalan como responsables de generar una alarma injustificada.

'Algunos medios exageran un poco y están difundiendo el miedo que Kim Jong-un trata de crear', opina Nathan, mientras Juan María Gil observa con ironía que 'en España las noticias son mucho más apocalípticas y se habla de tercera guerra mundial o catástrofes nucleares'.

La profesora Stephanie Bankston va aún más allá y acusa a los medios estadounidenses de 'hacer que el conflicto parezca mucho más grande para otorgar a Washington el papel de héroe y perpetuar la idea de que el capitalismo está salvando al mundo del mal'.

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