Israel autoriza 455 nuevas viviendas en asentamientos judíos de Cisjordania

El ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, ha aprobado la construcción de 455 nuevas viviendas en los asentamientos judíos de Cisjordania a pesar de las peticiones del Gobierno estadounidense para que se congelen este tipo de actividades con el objetivo de abrir un nuevo proceso de paz.
En un comunicado difundido por el ministerio, Barak también ha aprobado la construcción de un centro deportivo así como un plan para levantar una nueva escuela en estas colonias, la mayoría situadas cerca de Jerusalén y en el valle del Jordán, según informa el diario local 'The Jerusalem Post'.

Aunque el alcalde del asentamiento de Maaleh Adumim, Benny Kashriel, dijo anoche al periódico que todavía no le habían notificado esta decisión, consideró que es preferible seguir construyendo mientras el Gobierno negocia con los palestinos en lugar de congelar el levantamiento de nuevas viviendas.

Pero el dirigente del Consejo de Comunidades Judías de Judea, Samaria (como llaman los israelíes a Cisjordania) y la Franja de Gaza, Dani Dayan, señaló que sólo una parte de los asentamientos se beneficiará de esta nueva medida, por lo que aseguró que en la mayoría de ellos el cese en la construcción es ya una realidad. En la actualidad, 2.500 viviendas están siendo levantadas en las colonias.

Para el líder colono Pinhas Wallerstein, esta decisión es 'una gran cortina de humo', ya que la considera un gesto simbólico que lo único que pretende es enmascarar la intención real de someterse a la presión de Estados Unidos para frenar la expansión de asentamientos.

MORATORIA

Mientras, el Gobierno de Benjamin Netanyahu continúa negociando una moratoria sobre los asentamientos con vistas a la visita del enviado estadounidense para Oriente Próximo, George Mitchell, el miércoles. La profundidad que adquiera esta moratoria, según dijeron fuentes oficiales a 'The Jerusalem Post', dependerá de qué pasos den los países árabes para la normalización de relaciones con Israel.

Según explicó ayer Barak, Israel apoyará con 'el corazón abierto' cualquier iniciativa de Estados Unidos por llegar a un acuerdo integral de paz en la región. 'El acuerdo incluye componentes de normalización con las fuerzas moderadas del mundo árabe que den apoyo a un proceso diplomático significativo con los palestinos y, espero, también en el futuro con los sirios', apuntó.

No obstante, el ministro de Defensa consideró que es posible superar los desacuerdos existentes con la Administración de Barack Obama y, por tanto, avanzar en un 'proceso diplomático significativo que lleve a dos Estados para dos pueblos'.

Fuentes del Gobierno norteamericano aseguraron ayer al diario 'Haaretz' que Mitchell ha logrado obtener la 'promesa' de muchos países árabes para dar los primeros pasos hacia la normalización de relaciones con Israel, aunque no especificaron qué naciones son.

Algunos de estos países, según las citadas fuentes, han estado de acuerdo en dar visados a empresarios y turistas israelíes, otros dicen que permitirán las llamadas telefónicas con Israel. Mientras, unos cuantos han decidido acudir a eventos públicos con autoridades israelíes o permitir el paso por su espacio aéreo de aviones de este país o incluso aterrizar en sus aeropuertos.

Sin embargo, el secretario general de la Liga Árabe, Amr Mousa, advirtió de que no puede haber ningún paso hacia la normalización de relaciones si Israel continúa con su 'cabezonería' sobre los asentamientos. 'Mientras continúe, es imposible hablar sobre pasos hacia la normalización', subrayó.

REACCIONES

El Gobierno israelí se basa en lo que denomina 'crecimiento natural' de la población para justificar la construcción de más viviendas en Cisjordania. En opinión del negociador jefe palestino, Saeb Erekat, la decisión aprobada por el Ministerio de Defensa 'anula' cualquier intención de congelar los asentamientos y mina la credibilidad de Israel para llegar a un acuerdo de paz.

Por su parte, la líder de la oposición y ex ministra de Exteriores, Tzipi Livni, manifestó que esta decisión es un intento de Netanyahu por 'lanzar un hueso' a los colonos antes de aprobar la moratoria sobre las colonias.

'El intento de combinar construcción y suspensión es falso', señaló, al tiempo que recordó que el anterior gobierno, del que ella formaba parte, tuvo éxito en sus negociaciones con los palestinos demostrando al mundo que Israel quería llegar a un acuerdo mientras la construcción de asentamientos continuaba.

Aproximadamente medio millón de israelíes viven en Cisjordania y en el barrio de Jerusalén Este, ambos territorios conquistados durante la guerra de los Seis Días en 1967.

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