El ex militar serbio compareció ante el Tribunal de La Haya, que le juzgará por crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia

Mladic rechaza las acusaciones y afirma que sólo defendió a su país

Mladic, ante el Tribunal de La Haya. (Foto: MARTIN MEISSNER)
En su primera aparición ante los jueces del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) ayer en La Haya, el ex líder militar serbobosnio, Ratko Mladic, adoptó actitudes contradictorias, combinando la imagen de un enfermo vulnerable con la del militar orgulloso.
Al inicio de la vista Mladic se definió como un hombre 'gravemente enfermo', incapaz de haber podido leer y comprender las acusaciones, para lo que dijo necesitar 'al menos dos meses'. Ante esta negativa, los jueces fijaron una segunda comparecencia para el próximo 4 de julio, en la que el acusado deberá decir si se considera culpable o inocente. De lo contrario, serán los magistrados del TPIY quienes emitan una declaración en su nombre, la cual garantizará la presunción de inocencia de cualquier acusado antes de que se celebre su juicio.

Una vez finalizado el formalismo, el conocido como 'carnicero de Srebrenica' retomó la actitud de militar autoritario, calificando de 'detestables' las acusaciones, que considera contienen 'palabras monstruosas', de las que nunca oyó hablar. Rechazando con esas palabras implícitamente los cargos, aseguró que durante la guerra de Bosnia (1992-1995) defendió a su país, algo que también dijo hacer en el actual juicio.'Defendí a mi país y no maté ni a croatas ni a musulmanes (...) quiero vivir para ver que soy un hombre libre y estoy defendiendo a mi país y a mi gente y no a Ratko Mladic', declaró casi al final de la audiencia.

De nuevo, sacó a relucir su carácter militar al denunciar que 'me irrita ser ayudado para andar como si fuese un ciego', y exigió ser asistido cuando lo solicite. 'Soy el general Mladic y todo el mundo sabe quién soy', clamó con actitud altanera, que eclipsó por un momento la del exgeneral envejecido incapaz de afrontar el volumen de información presentado por la Fiscalía. Está acusado de genocidio por la matanza de 8.000 musulmanes en Srebrenica en 1995 y de otros diez cargos de crímenes de lesa humanidad y de guerra ocurridos durante el asedio de Sarajevo, en la guerra de Bosnia.

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