El alcalde cree que se podrían alojar en la Residencia do Tempo Libre
El alcalde de Carballiño, Francisco Fumega, anunció ayer que tiene la intención de contactar con la Xunta para solicitar la apertura de la Residencia do Tempo Libre de Carballiño para acoger a los posibles refugiados que lleguen a España
y que en la actualidad están llegando en oleadas a la Europa más oriental. Francisco Fumega señaló que "nuestra idea es comunicarle a la Xunta la posibilidad de abrir estas instalaciones para acoger a estas personas, tal y como se hizo en la década de los 90 en otro capítulo negro en Europa". El regidor Carballiñés anunció que ofrecerá a la Xunta toda la colaboración para atender a estos refugiados que lleguen a la residencia de Tempo Libre.
Fumega destacó que Carballiño quiere demostrar, tal y como hizo años atrás, su espíritu solidario, que siempre tanto desde el concello como desde los propios vecinos y vecinas, queda patente en cada situación que requiere esta ayuda.
La actual situación dramática de muchas personas mueve al alcalde a hacer esta petición al gobierno autonómico. Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, confirmó que su gobierno cuenta con instalaciones disponibles para acoger a refugiados en esta localidad ourensana y en Panxón. Núñez Feijóo trasladó al Gobierno Central la disposición de Galicia de acoger a 300 refugiados sirios, precisamente estas dos Residencias suman un total de 300 plazas que quedarían libres al final de la temporada de verano.La propiaConsellería de Traballo e Benestar anunció que está trabajando desde este lunes en un plan de acogida que se activaría en el caso de que el Gobierno de España y la
Unión Europea acuerden la admisión de refugiados.
Por su parte, el portavoz del Partido Popular en Carballiño, Argimiro Marnotes, aseguraba que ayer remitió esta misma petición al vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda. El BNG también anunció que solicitará al alcalde la convocatoria
urgente de la Xunta de Portavoces para abordar la crisis que se está viviendo en la actualidad con los refugiados, "teniendo en cuenta la experiencia solidaria previa de esta localidad como receptora de refugiados procedentes de la antigua Yugoslavia", señalaron.
En diciembre de 1992 llegaron a Carballiño dos autobuses con 100 refugiados bosnios que huían de la guerra de los Balcanes, la mayoría de ellos eran niños con edades entre 5 y 10 años .Todos permanecieron en esta localidad hasta finales de 1994. Durante ese año y medio los refugiados hicieron vida en la instalaciones de la Residencia, los niños se matricularon en los centros escolares de la villa y algunos adultos trabajaron en varios establecimientos. 23 años después se repite la historia pero con otros protagonistas.
