La Cruz Roja de Carballiño ha iniciado la recogida de productos perecederos con el objetivo de mejorar la alimentación de las personas, sobre todo menores de edad, que demandan comida cada día. Hasta ahora, el reparto se hacía exclusivamente de alimentos imperecederos excedentes de la Unión Europea, a través del Banco de Alimentos, y también de aquellos donativos de particulares depositados en los carritos de los supermercados.
Sin embargo, la iniciativa de la sociedad de pescadores de Carballiño durante el pasado domingo, en la que capturaron 400 truchas en el coto intensivo del Arenteiro, ha dado origen a esta nueva idea de recoger también productos perecederos para mejorar la calidad de la alimentación fundamentalmente infantil. 'El pescado es un producto que apenas consumen porque es muy caro, por eso se nos ocurrió comprar un arcón congelador para recibir todo tipo de alimentos y así realizar con calma su distribución', puntualizó el presidente de la agrupación local de Cruz Roja, Modesto Ojea.
La entidad presta ayuda en estos momentos a 58 familias (153 personas), de las cuales 35 tienen hijos menores de 18 años, la mayoría en edad escolar. Serán éstas las que recibirán los más de 60 kilos de truchas que ya han sido envasadas y congeladas.
Se trata de una medida con la que se pretende paliar el incremento progresivo de familias que piden todo tipo de ayudas y que en el caso de los alimentos también están aumentando. Sólo en el último mes, apuntaba Modesto Ojea, se han añadido otras ocho familias con un total de 22 miembros.
Los responsables de la agrupación carballiñesa elogian la generosidad y solidaridad de los vecinos, que se refleja en los donativos que hacen en el supermercado. Desde que se recogen también alimentos perecederos, voluntarios de la Cruz Roja informan de que se admiten todos los productos, así que en los últimos días 'ya hemos recogido más de 40 pollos y conejos', apuntaba Ojea.
Los beneficiarios residen mayoritariamente en la villa, ya que sólo entre un 5% y un 10% pertenecen a otros municipios de la comarca. Se trata de familias que se han quedado sin trabajo, también inmigrantes y gitanos, según indica la Cruz Roja.
La entidad presta ayuda en estos momentos a 58 familias (153 personas), de las cuales 35 tienen hijos menores de 18 años, la mayoría en edad escolar. Serán éstas las que recibirán los más de 60 kilos de truchas que ya han sido envasadas y congeladas.
Se trata de una medida con la que se pretende paliar el incremento progresivo de familias que piden todo tipo de ayudas y que en el caso de los alimentos también están aumentando. Sólo en el último mes, apuntaba Modesto Ojea, se han añadido otras ocho familias con un total de 22 miembros.
Los responsables de la agrupación carballiñesa elogian la generosidad y solidaridad de los vecinos, que se refleja en los donativos que hacen en el supermercado. Desde que se recogen también alimentos perecederos, voluntarios de la Cruz Roja informan de que se admiten todos los productos, así que en los últimos días 'ya hemos recogido más de 40 pollos y conejos', apuntaba Ojea.
Los beneficiarios residen mayoritariamente en la villa, ya que sólo entre un 5% y un 10% pertenecen a otros municipios de la comarca. Se trata de familias que se han quedado sin trabajo, también inmigrantes y gitanos, según indica la Cruz Roja.
