POLÉMICA

La disputada casa del beato, en Piñor

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photo_camera Los vecinos recuperaron la casa del beato Juan Jacobo y también el cruceiro.

La Asociación de Vecinos de Carballeda de O Reino (Piñor) han tenido que entregar las llaves de la casa del beato Juan Jacobo al Obispado, situada en la aldea de Moire. Quedaron sin centro social porque va a ser un museo.

La casa de la localidad de Moire (Piñor) en la que se crió el beato Juan Jacobo ha dejado de ser centro social para convertirse en museo. La Asociación de Vecinos de Santa María de Carballeda de O Reino sienten que han sido injustamente tratados por el Obispado y así lo manifiestan en una carta abierta dirigida a Monseñor Leonardo Lemos Montanet, en la que le reprochan que haya recurrido a un bufete de abogados para quitarle las llaves de la referida casa al presidente de la entidad, Etelvino Lorenzo, concediéndole un plazo de 15 días para evitar ir al Juzgado.

Los vecinos defienden a su presidente como un gran benefactor de la parroquia desde siempre, aportando dinero para realizar mejoras en el templo y en la rectoral y encargándose de la recuperación de la casa del beato, contando para ello con el apoyo del pueblo.

La casa había sido cedida por un heredero de la familia de Juan Jacobo a los vecinos. O al menos, eso era lo que ellos creían, porque hace cerca de cuatro años, cuando quisieron solicitar una subvención para continuar la rehabilitación, se encontraron con la sorpresa de que el párroco de entonces (ya fallecido) había registrado la propiedad a nombre del Obispado.

Pese ello, y gracias al apoyo de los tres curas que siguieron a Don Antonio, los vecinos continuaron utilizando el inmueble para la celebración de sus reuniones, fiestas y también para honrar al beato, que era tio tatarabuelo del Nobel Camilo José Cela. Organizan una procesión el último día de julio, trasladando la imagen desde la iglesia a la casa, participando de noche en una cena de confraternidad, y al día siguiente devolviendo la imagen a su lugar habitual. Uno de esos tres párrocos, Francisco Prieto, incluso había logrado una cesión a la asociación vecinal por 25 años, que quedó reflejado en un documento privado.

La asociación culpa al actual cura, Luis Cachaldora, de que el Obispado les quite las llaves, cuando fueron ellos quienes levantaron la casa de sus ruinas, con dinero y también con mucho trabajo.

El Obispado afirma que recupera el inmueble con el fin de "potenciar los fines para los que fue concebido: recuperar la memoria y promover la devoción al beato Jacobo, y para ello se va a poner en marcha un museo en su memoria". Sin embargo, los vecinos afirman que "con su decisión nos ha violentado, desorientado y decepcionado, y dañado nuestro concepto de Iglesia" y defienden a Etelvino Alonso, al que definen como un hombre que siempre apoyó a su parroquia, por lo que no se merecía esto, según manifiestan.

Además, se sienten ofendidos porque el Obispado argumentó que les quitaba las llaves porque en la casa tenían lugar "conductas contra la moral de la iglesia", según apunta uno de los afectados.

En conclusión, el inmueble restaurado por los vecinos, ha dejado de ser centro social, pese a que allí se honraba al beato incluso con la colocación de una placa identificativa en la fachada. La cerradura ha sido cambiada y en adelante sólo queda pendiente el museo. n

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