Aspecto que lucían alguno de los coches de alta gama Mercedes que participaron en la quedada.
Si ya un superdeportivo de alta gama por sí mismo es capaz de llamar la atención de los viandantes en cualquier villa, el asombro vecinal se multiplica si son 76 los vehículos de lujo concentrados en un espacio tan común como la Praza Maior de O Carballiño. Por segundo año consecutivo, más de un centenar de amantes de las cuatro ruedas se dieron cita en la villa del Arenteiro para compartir su pasión durante la "II Quedada Vila do Carballiño".
Santi Pereira es uno de los organizadores y cuenta que, a pesar de que parte del grupo suele reunirse una vez al mes en diferentes puntos de la geografía gallega, esta quedada es "a máis grande que facemos". El resto del año suelen reunirse entre 30 y 40 deportivos, pero para esta cita la afluencia llega a doblarse. Al igual que en la pasada edición, los participantes realizaron una ruta que les llevó desde O Carballiño hasta el circuito de Choqueiro, en Viduedo (Cea). A su vuelta, los 150 inscritos se reunieron para una comida en la que tuvieron ocasión de compartir sus impresiones sobre el evento.
Ferrari, Porsche, Lamborghini, fueron algunas de las marcas presentes en la villa. Traídas desde varios lugares de Galicia e incluso de Portugal o Madrid, en la Praza Maior se reunieron vehículos por valor de más de 10 millones de euros. A diferencia de lo que ocurrió el año pasado, con la participación de coches antiguos, en este caso tan sólo lucieron últimos modelos de cada una de las marcas de lujo.
Se trata de una cita que suele atraer a numerosos curiosos, puesto que "este tipo de coches suelen verse por separado pero non así 76 xuntos", explica Santi Pereira. Durante toda la mañana, que los deportivos estuvieron expuestos fueron muchos, grandes y pequeños, los que se acercaron a echar un vistazo tanto a la carrocería como a lo que pudieron observar del interior de los vehículos, cuyas cilindradas y aspecto están por encima de los utilitarios habituales. En palabras del organizador, Santi Pereira, "todo o mundo estaba asombrado". n
