O CARBALLIÑO

El refuerzo de seguridad en la iglesia de Maside estará oculto


photo_camera La iglesia parroquial de Santo Tomé de Maside (MARTIÑO PINAL)

El Obispado atiende la reclamación de los vecinos para evitar el impacto visual negativo en el templo

El Obispado ha cambiado de idea y acepta la propuesta de los vecinos y Concello de Maside para ocultar los tirantes que es necesario colocar en la nave central de la iglesia parroquial con el fin de frenar el desplazamiento de las paredes y acabar con el riesgo de desplome. Así se lo confirmaron las autoridades eclesiásticas al alcalde Celso Fernández, después de que el regidor informara sobre las reclamaciones de los feligreses que habían rechazado por mayoría el proyecto inicial que dejaba a la vista los referidos tirantes. Con ello, lo que se pretende evitar es el impacto visual, manteniendo el actual aspecto de la iglesia, aunque perfectamente asegurada la estructura para que pueda ser de nuevo utilizada.

El delegado de Patrimonio en la Diócesis, Miguel Ángel González, confirmaba ayer que "las obras empezarán de un momento a otro porque ya hemos recibido el último documento que faltaba de la Dirección Xeral de Patrimonio que era el proyecto de ejecución", asegurando que el Obispado ya ha elegido a la empresa constructora y que en próximos días solicitará la licencia de obras al Concello.

La ocultación de los dos tirantes de acero inoxidable, que se colocarán entre los dos arcos, no obliga a redactar un nuevo proyecto porque "el anterior también contemplaba la posibilidad de ocultarlos", matizó Miguel Ángel González, si bien no supo precisar si supondrá un incremento pero "no creo que aumente lo que estaba previsto".



Peligro de derrumbe

La iglesia parroquial de Santo Tomé de Maside permanece cerrada al público, con un cartel que prohíbe el paso, desde principios del pasado mes de marzo. Los operarios de la empresa que había iniciado la reparación de la cubierta fueron los que se percataron de que las paredes de la nave central presentaban un abombamiento, por cuyo motivo el Concello ordenó paralizar los trabajos y procedió a su cierre ante el peligro de derrumbe, que posteriormente comprobaba el catedrático de Estructuras de la Escuela Superior de Arquitectura, Juan Valcárcel. El desplazamiento oscila entre los 20, 22 y 24 centímetros en los puntos más desfavorables entre los arcos, reduciéndose hacia la torre. El experto había recomendado en su informe la colocación de los tirantes para lo que había señalado un coste de 24.000 euros, 12.000 por cada uno de ellos. Por ese motivo, cuando el Obispado presentó al Concello el proyecto de obras que contemplaba 12.000 euros, de los que 8.000 se destinaban al refuerzo de la seguridad y el resto a la cubierta y otras intervenciones como la reposición de baldosas en la sacristía, los vecinos a través del Concello solicitaron que se ejecutase el proyecto siguiendo la recomendaciones de Juan Valcárcel. Algo que finalmente aceptó el Obispado, aunque por el momento el delegado de Patrimonio no supo precisar si esta circunstancia de ocultar los tirantes supondrá un incremento de la inversión.

Por lo demás, el Ayuntamiento ya dispone del informe favorable de Patrimonio y de la autorización del proyecto básico, pendiente de recibir ahora el proyecto de ejecución que ya ha sido remitido por la Dirección Xeral de Patrimonio al Obispado. El último trámite que no va causar ningún retraso es la licencia municipal, que por ser bien eclesiástico, está exenta de tasas.

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