El sector aplaude la investigación de la Xunta para determinar qué bodegas realizan esa práctica

Los precios pactados para la uva indignan a los cosecheros

Dos trabajadores, en la vendimia en la Denominación de Orixe Ribeiro. (Foto: MARTIÑO PINAL)
El sector vitivinícola de O Ribeiro recibió con satisfacción el anuncio de la Consellería de Medio Rural, publicado ayer por este periódico, en relación al traslado al Consello Galego de Competencia de la información sobre una posible concertación del precio de la uva a la baja por parte de un grupo de bodegas, con el fin de iniciar una investigación.
En la misma línea, los agricultores aplauden la decisión, aunque tardía, del mismo departamento autonómico de convocar la Mesa do Viño para formalizar un nuevo contrato homologado de precios (el último estuvo en vigor hasta el 2010) y evitar que se produzcan irregularidades como la supuesta concertación, algo totalmente ilegal, pero que se hace con el objetivo de conseguir la uva a un bajo coste. Los responsables autonómicos no quisieron desvelar el origen de dicha información, aunque confirmaron que será ahora el Consello Galego de Competencia el que se encargue de la correspondiente investigación.

El presidente de la Cooperativa Vitivinícola, Manuel García, es uno de los que aplaude la medida, manifestando que en la Denominación se habla de una reunión previa de varios bodegueros para 'tirar os precios á baixa'. 'Gustaríame que se investigue e que se fixen os precios para que os agricultores estén tranquilos', señaló. García Montero aseguró que su bodega ya formalizó muchos contratos y espera que a estas alturas de la vendimia el sector asuma la propuesta que presentaron en la Xunta para su homologación y en la que se recogen los precios de la pasada campaña. El presidente recuerda que dejando fuera a los colleiterios, que elaboran el vino con su propia cosecha, casi el 50% de la uva que está a la venta la compra la cooperativa.

Marcos Aval es uno de los agricultores que estuvo tanteando los precios en varias bodegas para vender sus uvas. Al respecto, aseguró que tres de ellas le comunicaron que no querían uvas de caste, sólo jerez, y sobre la treixadura, que es la variedad autóctona más apreciada, añadió que aunque decían que ya no la compraban tampoco pagarían más de un euro, cuando la cooperativa propone para todas las castes entre 1,19 y 1,55 euros. Para este viticultor, 'a xogada consiste en esperar ata o último momento para coller a uva casi regalada.

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