Los actos vandálicos que día a día arruinan en la ciudad contenedores, setos, paneles indicativos o fuentes obligan a los operarios del Concello de Ourense, que gasta una media de 300.000 euros anuales de las arcas públicas en subsanar los destrozos que causa el incivismo, a reparar de forma reiterada el mobiliario urbano.
Ayer mismo, a media mañana, empleados del consistorio instalaban a la entrada del Parque Os Carrileiros una nueva señalización para indicar la entrada a esta zona, después de que los vándalos sustrajesen paulatinamente durante el pasado año -en el que hubo 123 actos vandálicos-, las letras metálicas que conformaban el anterior rótulo, ahora sustituido por uno nuevo -reforzado notablemente en su base-.
Fuentes municipales aseguraron que, a pesar de que la cifra de incidentes similares disminuyó durante el pasado año -hace dos hubo 176, un 30,1% más que en 2011-, 'débese facer un chamamento á cidadanía para seguir mellorando os resultados acadados e para fomentar condutas cívicas entre a cidadanía'.
A pesar de la mejor evolución en lo que se refiere a las cifras de ataques al patrimonio público, la ciudad sigue registrando, de media, según la última estadística de la Policía Local, un incidente vandálico cada tres días. Algunas zonas, como el entorno de As Burgas, la Alameda -su marquesina trasera de cristal fue dañada, al menos, dos veces en lo que va de año-, o la Praza do Correxidor, en donde la estatua de Otero Pedrayo fue arrancada de su base el pasado mes de mayo, son lugares en donde se reiteran estos percances.
Los actos vandálicos más frecuentes el pasado año -se identificaron 21 personas como autores de parte de ellos- son, por este orden, las pintadas (24), la quema de contenedores (17), el deterioro de señales (17), de farolas (17), o el destrozo de plantas (11). Desde el Concello, por último, indican que el perfil del vándalo habitual es el de una persona de entre 15 y 25 años con un perfil formativo dispar.
Fuentes municipales aseguraron que, a pesar de que la cifra de incidentes similares disminuyó durante el pasado año -hace dos hubo 176, un 30,1% más que en 2011-, 'débese facer un chamamento á cidadanía para seguir mellorando os resultados acadados e para fomentar condutas cívicas entre a cidadanía'.
A pesar de la mejor evolución en lo que se refiere a las cifras de ataques al patrimonio público, la ciudad sigue registrando, de media, según la última estadística de la Policía Local, un incidente vandálico cada tres días. Algunas zonas, como el entorno de As Burgas, la Alameda -su marquesina trasera de cristal fue dañada, al menos, dos veces en lo que va de año-, o la Praza do Correxidor, en donde la estatua de Otero Pedrayo fue arrancada de su base el pasado mes de mayo, son lugares en donde se reiteran estos percances.
Los actos vandálicos más frecuentes el pasado año -se identificaron 21 personas como autores de parte de ellos- son, por este orden, las pintadas (24), la quema de contenedores (17), el deterioro de señales (17), de farolas (17), o el destrozo de plantas (11). Desde el Concello, por último, indican que el perfil del vándalo habitual es el de una persona de entre 15 y 25 años con un perfil formativo dispar.
