El expresidente se enfrenta a peticiones de ocho años de cárcel, y los dos empresarios acusados, a cinco

Los acusados por las facturas de Ucosa niegan una trama

Jesús Parente, Guillermo Alvarellos y Óscar Sánchez Ruido, durante el juicio.  (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Una década después de que salieran a la luz facturas falsas por 1,65 millones de euros vinculadas a la construcción del centro comercial Ponte Vella de la ciudad, ayer se sentaban en el banquillo de los acusados de la Audiencia el expresidente de Ucosa (sociedad promotora del establecimiento), Óscar Sánchez Ruido, y los empresarios vigueses Guillermo Alvarellos Conde y Jesús Parente Martínez.
La fiscal reclama para el primero ocho años de prisión, ya que a él le atribuye, además de un presunto delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso con apropiación indebida, dos delitos contra la Hacienda pública, por el que solicita una multa de 1,7 millones de euros. Para los otros dos acusados, la pena que solicita es de cinco años de cárcel por falsedad. Quiere la fiscal, asimismo, que los tres indemnicen a Ucosa con 1,6 millones de euros y que Sánchez Ruido haga, además, lo mismo con Hacienda y le abone los 605.350 euros que presuntamente defraudó en 2001. Las defensas, por su parte, solicitan la libre absolución de los acusados.

El primero de los tres días que durará el juicio comenzó con la declaración de Sánchez Ruido, que reconoció haber autorizado pagos y entregado dinero a Guillermo Alvarellos. Afirmó, además, que 'nunca bajaba a la obra', por lo que no comprobó 'si las empresas existían o realizaban las obras'.

Mientras, Guillermo Alvarellos declaró que su papel había sido el de 'intermediario' pero que él no era el destinatario final del dinero, sino que apuntó al otro acusado, Jesús Parente. Negó, asimismo, haber emitido facturas falsas a Ucosa. Por último, Jesús Parente rechazó cualquier relación de su empresa con Ucosa, declarando que 'no cobré nada de nada' y que 'es imposible' que la firma que aparece en varias facturas sea la suya aunque 'se pueda parecer'.

Ya como testigo, el que fuera miembro del consejo de administración de Ucosa y gerente de Superco, Pedro Rodríguez, afirmó que 'toda la obra del centro comercial la hizo Dragados o alguien contratado por ellas' y, por lo tanto, no conocía a las empresas que constaban en las facturas falsas. Asimismo, afirmó que siempre se pagaba a los proveedores con 'cheques nominativos' y no al portador, como los de la supuesta trama. Por su parte, el entonces gerente de Dragados, José Luis Martínez, declaró que la empresa 'pagaba con pagarés'. El hijo de Guillermo Alvarellos afirmó que por encargo de su tío había entregado un sobre a Sánchez Ruido en una tienda de muebles.

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