El obispo, Luis Quinteiro, destacó que ‘nada se pode acadar sen ter confianza no ser humano’

Ayuda celestial contra la crisis y corrupción

La crisis económica y la corrupción centraron buena parte de la ofrenda del alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, al patrono, San Martiño, en la Catedral. En su intervención, Rodríguez quiso transmitir un mensaje de ‘fe no ser humano’.
La ciudad honró ayer a su patrono, San Martiño. En la misa y procesión, además de los que acudieron a la Catedral, estuvieron representados todos los ourensanos por varios concejales de la Corporación municipal, encabezados por el alcalde, Francisco Rodríguez. También como es ya tradicional, a la ceremonia no acudió ninguna representación del BNG.

La Corporación salió del Concello y ‘peregrinó’ hasta la Catedral para participar en la celebración. Rodríguez iba acompañado de los socialistas Ana Garrido, Áurea Soto, Antonio Rodríguez Penín y Agustín Fernández, así como por una nutrida representación ‘popular’ -Javier Rodríguez Nóvoa, Eloína Núñez, Belén Iglesias, Carlos Campos, Odilo Masid, José Luis Sousa y Mario Guede. Después, el alcalde tomó la palabra en el altar mayor de la Catedral para realizar la ofrenda a San Martiño como ‘portavoz da inquedanza e desasosiego dos teus veciños polos tempos difíciles que nos toca vivir’.

‘Mazás podridas’


Rodríguez se refirió a la crisis económica, ‘que destrúe o emprego e con el a estabilidade das familias máis humildes’, pero también a la crisis ‘de valores, que agocha a utopía, estimula a violencia, aumenta a inxustiza e multiplica a corrupción’. Por eso, pidió al patrono ‘bo discernimento para que nestes tempos de confusión sexamos quen de distinguir o grao da palla’. En referencia a la lucha contra la corrupción, añadió que ‘debemos separar con decisión as mazás podridas pero sin conceder ós corruptos o privilexio de mixturarse no mesmo cesto da inmensa maioría dos servidores públicos decentes e honestos, baixo a premisa inaceptable e inxusta de que todos son iguais’. Además, el alcalde transmitió un mensaje de fe en el ser humano y en que ‘finalmente non poderán dominarnos a avaricia, o orgullo, a maldade, o embuste ou a maledicencia’.

El obispo, Luis Quinteiro, recogió el testigo de lo afirmado por el alcalde en la ofrenda en referencia a la crisis económica y de valores y destacó su mensaje de fe en el ser humano, dado que ‘nada se pode acadar sen ter esperanzas no ser humano. O grande problema actual está aí, en que a frase ‘o home é un lobo para o home’ ten hoxe moitas acepcións’. Quinteiro recordó también el vigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín, ‘co que significa de romper cun peso avasallador e de triunfo da libertade’. Finalmente, tuvo un recuerdo para el padre de Francisco Rodríguez, fallecido el lunes.

La ofrenda del Concello al santo fue una obra de Buciños, que representa a María Andrea.

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