En la ciudad

El botellón se dispersa en siete plazas de Ourense y sigue lejos de remitir

Un tumulto de gente en el Casco Histórico.
photo_camera Un tumulto de gente en el Casco Histórico.
Sólo durante la noche del sábado se realizaron 17 actas por consumo de alcohol en la vía pública

El fenómeno del botellón tras la reactivación del ocio nocturno lejos de erradicarse se dispersó a diferentes puntos de la ciudad. El pasado fin de semana se activó un dispositivo especial en el que colaboraron 30 agentes de Policía Local, Policía Nacional y Policía Autonómica para tratar de mitigar los tumultos de gente, el ruido en el Casco Vello y un posible aumento de los casos. La plaza de As Mercedes, primer epicentro de las reuniones para beber, se mantuvo libre -casi todo el tiempo- de grupos. El sábado, cuatro agentes de la Policía Autonómica y la Policía Local vigilaron el perímetro durante cinco horas. Pese a que los consumidores no llegaron al núcleo de la plaza, sí se instalaron en las inmediaciones donde los cuerpos de seguridad levantaron hasta 14 actas por consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública. 

La plaza de O Ferro fue un peor escenario. Pese a que seis efectivos de la Policía Nacional afirman haber ocupado durante 5 horas y 45 minutos la zona, no se pudo evitar que  una multitudinaria pelea alterara el orden calle arriba. Varios hombres comenzaron a batirse con lanzamiento de taburetes incluidos. “La Policía tardó mucho en llegar”, afirman desde Fontefría, el local del que salieron despedidos las banquetas. Una de ellas fue utilizada como arma e impactó en la cabeza de un hombre. Además, la turba se acabó volviendo contra las propias autoridades, que también fueron atacadas por los jóvenes. El descontrol fue tal que los policías presentes tuvieron que pedir refuerzos  a todas las unidades de ambos cuerpos. Además, se incautó un arma blanca entre un grupo de jóvenes. 

Herida de arma blanca

Paralelamente, otra pelea, en este caso entre dos conocidos, se saldó con el ingreso en el CHUO de uno de ellos tras ser acuchillado. Su oponente le hirió en el brazo por lo que necesitó asistencia médica.

Otros puntos de encuentro, dado que los clásicos contaron con más vigilancia que nunca fueron la explanada del Auditorio, la plaza de A Estrela o la del Corregidor. En ellas, en total, se registraron tres actas por consumo de alcohol, que se sumaron a otras 14 en toda la ciudad. 

Pese a los intentos de control en diversas zonas donde comúnmente se agrupaba la gente, las salidas y accesos de los pubs y las estrechas calles del Casco Histórico dificultaron mucho esta tarea. La marabunta llegó a impedir que las patrullas circulasen con normalidad por las calles. 

Aunque parte del dispositivo fue para controlar el botellón y sus vertientes, los agentes también acudieron a multar a varios establecimientos que no cumplían los horarios de cierre o vendieron alcohol fuera de hora. Fue el caso de un local de O Ferro y el Kebab de la calle Viriato con calle Paxaro. 

González: más dispositivos

El subdelegado del Gobierno en Ourense, Emilio González, declaró ayer que podría haber un “posible refuerzo” de la seguridad tras el repunte de botellones y peleas. González aseguró que se seguirá con la misma actuación, que a día de hoy considera que “ha resultado positiva”. Sin embargo, dijo: “Si tenemos que reforzarla, lo haremoss”. 

 Por su parte, Comisiones Obreras  reclamó una reunión urgente con el alcalde “para que nos explique el acuerdo (policial) al que se ha llegado, que no dio resultado”. También reclaman “actuaciones y horarios que permitan tener el máximo de compañeros en cada turno”.

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