Otro comunicado conjunto del PSOE y DO acrecentaba ayer la sombra de una posible moción de censura al gobierno local de la ciudad. Dice Barquero que no hay nada pero el acercamiento con Jácome invita a muchas hipótesis
Una más, y ya van al menos tres. Democracia Ourensana y PSOE, los mismos grupos municipales que sumados hacen 14 concejales (la mayoría absoluta de la Corporación de Ourense), vuelven a unir apoyos para reivindicar ahora, conjuntamente, la ampliación del horario del Pabellón de Os Remedios, con objeto de mejorar el servicio para los usuarios. Pero la propuesta conjunta, otra más, entre dos formaciones dispares que firmaron el finiquito del mandato anterior como enemigas irreconciliables, ha vuelto a disparar alertas a propósito de una hipotética moción de censura contra el gobierno del PP que el líder de DO, Gonzalo Pérez Jácome, reconoce desear, y a la que el portavoz socialista, Vázquez Barquero, parece resistirse, inicialmente.
Ha vuelto porque, realmente, la sombra de la censura se ha instalado permanentemente en los mentideros de la Praza Maior, aunque ayer, en una comparecencia pública para hacer balance del gobierno local del PP, el socialista volvió a insistir en que todo estaba como el 13 de junio; esto es, cuando su negativa a apoyar a Jácome como alcalde, permitió el gobierno del PP.
Entonces, es verdad, la relación era tensa y airada, pero el tiempo ha podido limar asperezas y, pese a que hay momentos en los que se enfrentan -en los plenos, por ejemplo-, parece que también han hallado tiempo para el consenso, hasta el punto de firmar mociones plenarias conjuntas o propuestas como la de ayer. Como si estuviesen ensayando un acercamiento, viendo las posibilidades que hay de un entendimiento, dicen quienes lo tienen cerca. Alguien incluso comparaba ayer los anagramas con aquellos comunicados del bipartito que destacaban la alcaldía, y la tenencia.
En el PP sostenían no hace muchos días que la censura se fragua, quizás para marzo, con el objetivo de llegar a las autonómicas con un concello más, realmente una capital de provincia, de color socialista. Pero la conveniencia de un pacto con DO y su líder, que se convertiría en alcalde al ser la fuerza más votada (salvo acuerdo de repartirse el poder en los años que resten hasta las próximas municipales) ha de ser objeto de estudio, señalan en las filas del PSOE, por mucho que haya cargos orgánicos, y ediles, que aplaudirían el regreso al poder, incluso con censura. La cuestión, desde luego, no es baladí, con la que está cayendo.
"Dentro de un año ya veremos", decía ayer Barquero en su rueda de prensa, sin desvelar el sentido de la afirmación. A ver.
