Lo hemos reiterado siempre que hemos tenido ocasión. La provincia tiene generosos recursos que la harían estar en mejor posición en los indicadores socioeconómicos pero su disponibilidad no ha impedido que vaguemos por los últimos lugares. Hoy tenemos un nuevo dato, relativo a la disponibilidad energética. La provincia genera cinco veces más energía de la que gastan sus habitantes y sus empresas.
Es decir, la naturaleza es generosa pero nosotros la miramos con soberbia o con incapacidad para explotarla. O todas las cosas al mismo tiempo. En el año 2023 produjo más electricidad que Madrid y Bizkaia juntas, donde tienen su sede las empresas principales del sector.
Después de décadas de que esta situación se perpetúe nada hay en el horizonte que nos haga pensar que caminamos hacia una corrección de estas cifras. Ni siquiera que caminemos hacia una estrategia de desarrollo basada en nuestros recursos, ya sean energéticos, forestales, ganaderos, termales o de cualquier signo.
En la única apuesta en la que Ourense se siente cómoda y decidida a quedarse es en seguir siendo subsidiada, a expensas del dinero de las pensiones. Es lo más fácil, pero es lo que menos futuro tiene.
