Investigación

El crimen de Socorro: “Atroz y con una investigación de chiste"

Reza. 19-05-15. Sucesos. Cartaz de búsqueda da desaparecida Socorro, sito no paseo das Ninfas.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Socorro Pérez, en una foto difundida por la familia. (Foto: Xesús Fariñas)
Ese sábado se cumplen cinco años de su asesinato y la resolución del caso está en punto muerto

Cinco años han pasado desde que Socorro Pérez, una vecina de O Couto de 43 años, fue asesinada en el Alto del Seminario, una zona por la que solía salir a correr.  Ocurrió el 2 de mayo de 2015, pero su cadáver no apareció hasta el 6 de junio. El tiempo transcurrido hasta el hallazgo del cuerpo, ya muy deteriorado, por parte de unos cazadores amigos de la familia y errores en la investigación preliminar, contemplando la hipótesis del suicidio como la más probable, lastraron la resolución del caso. Ni a nivel judicial -está archivado provisionalmente por el juez de Instrucción 2 - ni policial -la comisaría ha sumado este año un nuevo homicidio sin resolver- hubo avances en este último lustro.

Pero la familia, no olvida y aprovecha cada aniversario de su muerte para recordarle a las fuerzas de seguridad que un asesino campa a sus anchas. "No olvidamos, no queremos olvidar porque su memoria merece ser recordada como otra víctima más de la violencia de género, del sin sentido y del miedo que ello genera por el mero hecho de ser mujer", asegura Jesús María Pérez Barreiros, el primo de la víctima. Este último achaca a la Policía Nacional "falta de interés y de pericia, con una investigación que fue de chiste". Y recuerda que cuando mataron a Socorro la comisaría tenía, tal como se supo después, muchos problemas internos  -afrontaba el robo de seis pistolas del armero- y Asuntos Internos investigaba una trama de corrupción (policías que supuestamente ayudaban a traficantes de droga).

A estas alturas reconoce que los allegados a la fallecida ya no tienen esperanza por "la absoluta falta de noticias sobre esta muerte violenta y atroz", pero no por ello cesarán de "pedir justicia, porque cada día que pasa es una losa, un carga demasiado pesada para digerir".

La Policía Nacional buscó al asesino de Socorro Pérez entre delincuentes con un perfil muy determinado: condenados o con antecedentes por delitos sexuales. Siguió los posicionamientos de sus móviles y fue reduciendo el círculo de sospechosos. No hubo resultados. 

Todo apunta a que fue agredida sexualmente tal como reveló la disposición del cadáver -sin ropa interior-. La muerte la provocó un fortísimo traumatismo craneal con una piedra. Ese fue el móvil, porque el criminal tal siquiera se llevó su reloj ni una cadena que llevaba consigo. Según Pérez Barreiros, el crimen pudo ser cometido por "un lobo solitario" que pasó por la zona y se cruzó  con la perjudicada.

La familia lamenta este año, debido a la limitación de movimientos que impone el estado de alarma, no poder rendirle un pequeño homenaje en el lugar en donde la mataron, en una zona boscosa al pie de la carretera que conduce al Alto del Seminario. 

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