El escritor Xosé Neira Vilas defendió en el Foro La Región el importante feed-back de riqueza que la emigración supuso tanto para los países de acogida como para la misma Galicia, como tierra de partida de muchos de estos emigrantes, que recibían, a la vuelta de los años, un importante retorno en forma de inversiones y cultura. El secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, que presentó la conferencia, sobre la 'Débeda de Galicia coa emigración', recordó que el mismo Neira Vilas fue emigrante en Cuba y Argentina; y el escritor afirmó, sin dudar, que 'Galicia débelle moito á emigracion'.
Neira Vilas recordó, en apoyo a esta afirmación, que ' desde La Habana chegou a bandeira galega, que foi concibida por uns emigrantes que viron unha con fondo branco e banda azul ao partir da Coruña. O que non sabían era que en realidade tratábase da bandeira do porto coruñés, que finalmente sería a galega'. También nacería alentada por los emigrantes gallegos en La Habana 'a Academia Galega, que durante 30 anos foi financiada polos galegos no país americano'; y por último, el himno gallego, 'que tamén se tocou por primeira vez na capital cubana', según destacó Neira Vilas.
Pero además de estas aportaciones identitarias y culturales, el escritor resaltó la importante aportación de la emigración a la mejora de las condiciones en la Galicia de aquel entonces. 'Os emigrantes pagaron 310 escolas en Galicia para alfabetizar ós nenos, e pagárono todo: os terreos, o edificio, ós profesores e incluso os libros de texto. Tamén fixeron centros médicos e arranxaron igrexas', afirmó el autor de 'Memorias dun neno labrego'.
El escritor dejó también claro en su conferencia que, igual que desde la emigración se aportaron cosas a Galicia, los gallegos dejaron su sello en los países donde vivieron y trabajaron. Explicó que, durante su estancia en Cuba, conoció a muchos de aquellos jóvenes pescadores de la costa -ya viejos cuando habló con ellos- que con 14 o 15 años emigraron al país caribeño 'e foran os mestres de toda unha xeración de pescadores cubanos que despois traballarían nas grandes flotas do país e impartirían clases nas escolas de pesca'. Parte de estas vivencias y conocimientos que el ponente experimentó durante su estancia en América, compartiéndolas con Blanco Amor, Curros Enríquez o Ramón Otero Pedrayo, están recogidas en su último libro, que presentó al final de la conferencia y que resume su vida en 100 fotografías, todas ellas con historia.
Pero además de estas aportaciones identitarias y culturales, el escritor resaltó la importante aportación de la emigración a la mejora de las condiciones en la Galicia de aquel entonces. 'Os emigrantes pagaron 310 escolas en Galicia para alfabetizar ós nenos, e pagárono todo: os terreos, o edificio, ós profesores e incluso os libros de texto. Tamén fixeron centros médicos e arranxaron igrexas', afirmó el autor de 'Memorias dun neno labrego'.
El escritor dejó también claro en su conferencia que, igual que desde la emigración se aportaron cosas a Galicia, los gallegos dejaron su sello en los países donde vivieron y trabajaron. Explicó que, durante su estancia en Cuba, conoció a muchos de aquellos jóvenes pescadores de la costa -ya viejos cuando habló con ellos- que con 14 o 15 años emigraron al país caribeño 'e foran os mestres de toda unha xeración de pescadores cubanos que despois traballarían nas grandes flotas do país e impartirían clases nas escolas de pesca'. Parte de estas vivencias y conocimientos que el ponente experimentó durante su estancia en América, compartiéndolas con Blanco Amor, Curros Enríquez o Ramón Otero Pedrayo, están recogidas en su último libro, que presentó al final de la conferencia y que resume su vida en 100 fotografías, todas ellas con historia.
