Este vecino de Lobios admite haberle llamado “maricona”, pero alega que “fue una muletilla”. “Pido humildemente perdón si ofendí a alguien”, manifestó el acusado
”Quieres acabar ya maricona, qué peste a mierda, podéis largaros de aquí”, estas son las palabras que, según el escrito de la Fiscal, dijo a otro cliente en un supermercado de Lobios Serafín B.P., quien se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial acusado de un delito de maltrato por el que el Ministerio Público pide nueve meses de prisión.
La presunta víctima aseguró en el juicio que el 8 de febrero de 2022, cuando empezó a sacar las cosas del carro, escuchó “quieres acabar ya maricona”, unas palabras que venían de parte del acusado. El denunciante indicó que no le contestó, “pero él no tuvo suficiente con eso y me dijo ‘a ver si os largáis”. Además, señaló que lo continuó increpando mientras salía del supermercado diciéndole “como apestáis los maricones”.
Como consecuencia de estos hechos, la presunta víctima dijo que se sintió “humillado y muy nervioso, no supe cómo actuar”. Además, explicó que al día siguiente le dio un gran bajón anímico, ya que estos hechos se sumaron a la depresión crónica y la enfermedad degenerativa que padece.
Asimismo, aseguró que el acusado fue a casa de su abuelo para pedirle que le convenciese de retirar la denuncia y también a su casa, aunque no le pidió perdón. El denunciante indicó que tiene una pareja desde hace 21 años, que viven juntos y, por lo tanto, todo el pueblo conoce su orientación sexual.
Acusado
El acusado explicó en su declaración que fue a comprar pan para cenar y vio cómo la víctima, a la que no conocía de nada, “le estaba echando la bronca” a las empleadas por haber cerrado el supermercado días antes sin avisar. Por ello, señaló, se puso al lado de las trabajadoras para defenderlas y les dijo que no era normal lo que tenían que aguantar. “Desafortunadamente, me salió un ‘quieres acabar ya maricona”. En este sentido, indicó que “usaba esta expresión (maricona) como muletilla, aunque ya no la uso” y afirmó que no conocía la orientación sexual de la presunta víctima. En el turno de última palabra, expresó que “pido humildemente perdón si ofendí a alguien”.
Las cajeras del supermercado corroboraron que la víctima les expresó su malestar por el cierre del supermercado días antes, pero en un tono normal. Además, confirmaron que escucharon cómo el acusado llamaba al cliente “maricona de mierda”, aunque ni ellas ni una cliente que se encontraba también en el lugar de los hechos pudieron constatar que Serafín dijese “cómo apestáis los maricones”, simplemente señalaron que le escucharon murmurar, pero sin entender lo que decía.
Defensa
Los distintos testigos propuestos por la defensa señalaron que Serafín se relaciona frecuentemente con personas homosexuales: la peluquera que le corta el pelo es lesbiana, al igual que la mujer que le limpia en casa y la propietaria del bar al que va, mientras que otra de las personas que va a su casa a trabajar es transexual. “Nunca vi ninguna expresión que demuestre que tiene problemas con personas de distinta orientación sexual”, coincidieron los testigos de la defensa.
“Nada más y nada menos vinieron a decir los testigos que fue un día a tomar un café a un bar en el que trabaja una lesbiana y no le escupió ni le dijo nada. Espectacular Serafín, increíble”, ironizó el abogado de la acusación.
