Gregorio Alarcia Estévez es arquitecto y asesor en materia de urbanismo en la Confederación de Empresarios de Valladolid
Gregorio Alarcia Estévez es arquitecto y asesor en materia de urbanismo en la Confederación de Empresarios de Valladolid. Será uno de los participantes en el Foro de La Región "Ourense, nueva velocidad" y avanza algunas opiniones sobre esta infraestructura que en el caso de la ciudad castellana, no parece haber contribuido al desarrollo de forma evidente.
¿Qué ha supuesto para Valladolid la llegada del tren de alta velocidad?
No ha tenido los resultados que se esperaban. Tal vez porque se esperaba mucho y llegó justo cuando comenzaba la crisis y eso frenó muchas expectativas. No se puede negar que para viajar a Madrid ha supuesto un cambio en la movilidad. Y no solo en el aspecto de trabajo, sino también en cuanto a desplazamientos por ocio. Falta todavía un segundo impulso que esperemos llegue con la recuperación, y es el poder prestar servicios a Madrid de una forma estable.
Desde el punto de vista empresarial, ¿es ahora Valladolid más competitiva?
Es evidente que se ha ganado competitividad. Sin embargo creo que todavía queda mucho camino por andar. La llegada del AVE coincidió con el inicio de la crisis que estamos sufriendo. Estamos muy lejos de haber alcanzado el verdadero potencial que permitirá una infraestructura como esta.
¿Qué sectores han sido los más favorecidos, el industrial o el de servicios?
El sector servicios es el que más se ha aprovechado. Distinguiendo dos aspectos: Numerosas personas que trabajan en Madrid han podido mantener su residencia habitual en Valladolid. Antes de la llegada del AVE esos trabajadores tenían alquilada otra vivienda en Madrid. En lo que se refiere a los servicios de hostelería y restauración, el balance ha sido desigual. Los fines de semana los restaurantes han incrementado su clientela, sin embargo, los hoteles han perdido clientela, ya que los empresarios y profesionales que durante la semana venían a Valladolid ha resolver algún asunto, ya no necesitan hacer noche. A la industria le ha afectado poco, tan solo a sus directivos les permite ir más cómodamente a Madrid.
¿Qué consejos daría usted en este sentido a las ciudades que, como el caso de Ourense, van a tener AVE a medio plazo?
El objetivo último de una infraestructura de este tipo no es llegar a una ciudad como Ourense. Esta ciudad, como en su día lo fue Valladolid, es un paso necesario para interconectar otros territorios. En esta ocasión y a diferencia de las grandes infraestructuras de mediados del Siglo XX, las actuales redes de comunicación se hacen pasar por las ciudades. Sin embargo esta situación debe ser utilizada por la ciudad como revulsivo. En el caso de Ourense será la puerta de entrada a Galicia y también la puerta de salida de Galicia. Esta situación debería ser aprovechada, y son ustedes, los ourensanos, los que tienen que descubrir cómo hacerlo.
