La Audiencia dejó visto para sentencia el juicio que se siguió contra él y cinco acusados de traficar

Tres llamadas delatan al agente que dio información a narcos

Blanco Casado, Gómez Fernández, Santos González, Fernández Dapena, Guerra Vaamonde y Reyes Suardi. (Foto: M. ÁNGEL)
La Audiencia de Ourense dejó ayer visto para sentencia el juicio que siguió durante dos sesiones contra un guardia civil destinado a Verín, José Manuel Gómez Fernández, por facilitar información privilegiada a cinco presuntos traficantes de droga -Juan A. Reyes Suardi, José A. Blanco Casado, Adrián Guerra Vaamonde, Jonathan Fernández Dapena y Cristina dos Santos-, quienes compartieron banquillo junto al agente.
El juicio concluyó con los alegatos de la acusación pública, así como con los de la defensa, y después de que testificaran en la última sesión ante el tribunal que enjuició la causa tres agentes, así como seis personas que habrían comprado estupefaciente a varios de los encausados.

El instructor del atestado elaborado a raíz del desmantelamiento de la red, que operó en Verín durante 2010, indicó que Reyes Suardi, el presunto cabecilla de la banda, fue detenido cuando venía de Madrid, y que se le hallaron 110 gramos de cocaína en el hostal de la localidad del Támega en el que se hospedaba, hechos reconocidos por este encausado, que dijo que 'pretendía venderla'.

El operativo policial se inició, tal y como confirmó el testigo, inicialmente sobre José A. Blanco Casado y después, tras las escuchas telefónicas efectuadas, siguió sobre Reyes Suardi y el resto de encausados. Revelaría que Adrián Guerra y Blanco Casado eran socios y que vendían estupefaciente, a su vez, a Jonathan Fernández. En el mismo también se vieron implicados Cristina dos Santos, Adrián Guerra y el Guardia Civil. Éste efectuó, según otro agente, tres llamadas 'desleales', entre ellas, al primo de Walter Wilfrido (condenado por droga recientemente) para alertar de que la Guardia Civil seguía la pista a este último. Por contra, un tercer efectivo policial indicó que el agente sólo quería, con su actuación, conseguir droga para su consumo.

El fiscal rebajó su petición de pena, dada su confesión, para Reyes Suardi y Guerra Vaamonde (pide para ellos, respectivamente, tres años y medio y dos de cárcel). Para el resto, también tres años y medio. El letrado de Vaamonde se mostró conforme con la pena solicitada para él; el resto, solicitaron la absolución de sus clientes.

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