ENTREVISTA

“Llevar casos de corrupción desgasta porque te sientes muy solo"

photo_camera Antonio Piña Alonso, el viernes en la sala de vistas de la Audiencia (XESÚS FARIÑAS)

Antonio Piña Alonso, próximo presidente de la Audiencia de Ourense

Antonio Piña presidirá la Audiencia de Ourense los próximos cinco años. Atrás quedan 15 años en los que estuvo al frente de juzgados de primera instancia e instrucción en Carballiño, Lugo y Ourense. En su maleta, guarda buenos recuerdos ("la buena relación que he tenido con la mayoría de los delincuentes habituales aquí y en la calle") y malos momentos como los que vivió estos últimos meses a raíz de la instrucción de causas penales contra políticos y su repercusión mediática ("llegaron a publicar fotos de mis hijos"). En una de ellas (la prevaricación por las obras de Bedoya), lo intentaron apartar con una recusación.



¿Cuándo le veremos en su despacho de la segunda planta?

Calculo que después del Puente de la Constitución. El nombramiento tiene que firmarlo el Rey y después salir publicado en el Boletín Oficial del Estado. A partir de ahí, tengo ocho días para tomar posesión.



¿Ha influido en su decisión de optar a la Audiencia el hecho de estar en el ojo del huracán por el hecho de tramitar asuntos con políticos imputados?

He estado muy a gusto en instrucción durante muchos años, pero es cierto que desde que empecé a llevar causas de corrupción tuve más controversia pública y eso produce mucho desgaste porque, entre otras cosas, me he sentido muy solo.



¿Cómo es la sensación de soledad de un juez?

Ante una recusación que ponía en duda mi independencia y que no estaba fundada. Jurídicamente, podían plantear ese recurso pero detrás había un cuestionamiento de mi vida privada, de mi persona... Y, realmente, me sentí mal porque yo hacía mi trabajo con independencia y honestidad. Eran momentos en los que sentía que sólo tenía mi propio amparo.



¿No se sintió respaldado por sus propios compañeros?

Por los jueces sí me sentí amparado, pero también me hubiera gustado que ante determinadas cuestiones se hubiera sido más determinante.

En general, los jueces de instrucción que llevamos casos de corrupción, ante la crítica generalizada, nos sentimos muy solos porque nuestros propios órganos de gobierno no intervienen al considerar que no deben entrar en ese tipo de controversias. Estás solo ante la opinión pública, con el hándicap de que no puedes explicar las cosas desde tu óptica porque no debes estar todos los días en los medios de comunicación respondiendo a las críticas.



Podemos concluir, entonces, que los políticos sí influyeron en su salida...

No, veamos... La decisión de cambio viene motivada porque llevo 10 años en este juzgado (Instrucción 2 de Ourense), y llega un momento que tienes que plantearte otros objetivos profesionales. Y tal como está configurada nuestra carrera, acceder a la Audiencia está muy complicado porque es por antigüedad. Además, representaba la posibilidad de culminar proyectos ya iniciados. Llevo años compaginando labor jurisdiccional y gubernativa.



Sin embargo, la plaza no tuvo demasiados pretendientes...

No entro en las motivaciones personales del resto de jueces.



¿Por qué esperó al último momento para presentar candidatura? ¿Hubo dudas? ¿Quería ir sobre seguro?

No. En parte, fue algo casual. Había que presentar una memoria con un programa y yo quería algo consistente. Yo había hablado con los compañeros, que los hay muy capacitados para ostentar la presidencia, y sabía lo qué iban a hacer, pero eso no me condicionaba en absoluto. Es decir, que no esperé a saber que no tenía competencia para presentarme. Además, le pudo decir que no me hubiera extrañado ni frustrado el que se la dieran a otro. Simplemente, pensé que era un momento adecuado para el cambio.



En sus prioridades al frente de la Audiencia, ¿cuáles serían las más urgentes?

La primera es dotar a las dos salas con cuatro magistrados. Ya se ha conseguido en Penal pero también debería ser así en Civil. Ahora hay cuatro, pero por comisión de servicios, que se acaba en diciembre. Si bien, el número de asuntos pendientes no es muy elevado, porque la sala penal de la Audiencia tiene una nivel de respuesta rapidísimo y en civil el atasco que tuvo se solucionó con el refuerzo. En esa jurisdicción se resuelve en ocho meses y en penal no llega a los tres.

¿Algo novedoso en cartera?

No voy a introducir grandes innovaciones en algo que funciona razonablemente bien, así que sólo puedes introducir alguna mejora pactada con todos los magistrados y operadores jurídicos. Sí me gustaría seguir trabajando en la unificación de criterios en la mayor parte de las materias, e introducir la mediación en segunda instancia, que ya funcionó en mi juzgado con algún caso, dándole carácter institucional.

Sin olvidar, la transparencia de cara al ciudadano: pretendo ofrecer a la Xunta trabajar como órgano piloto en innovaciones como la consulta telemática del expediente. Tratar de introducir todo lo moderno para que sea favorable al ciudadano .



Pero si en los juzgados hay papel por todas partes...

Queda mucho para el expediente digital, es cierto, pero se trabaja en ello. Pero consultar desde casa el estado de un procedimiento sería algo muy favorable porque causa tranquilidad al ciudadano.



Insisto, me suena a ciencia ficción

Sólo tiene que ver lo qué ocurre en Sudamérica. Uno pude consultar ya el estado de un procedimiento... No es nada difícil. Tienes que trabajar en sistemas de seguridad e ir abriendo puertas. Otra idea que tengo es facilitar el correo electrónico de los magistrados para tener una relación cercana. Y le digo que pienso facilitar el correo institucional del presidente de la Audiencia.



¿No ve complicada la mediación en segunda instancia cuando ya se llegó a juicio y se enconaron las posiciones?

A veces es más fácil alcanzar un acuerdo y cobrar a tener que esperar por un procedimiento de ejecución en el que te arriesgas a no cobrar.



¿Y en penal?

Estamos viendo muchos pero muchos asuntos en que la parte no busca una condena sino una satisfacción ante lo ocurrido. Satisfacción moral. No puede olvidar que al juzgado viene gente buscando una condena pero también hay quienes sólo buscan soluciones a un problema. Nunca debemos olvidar que la justicia está para solucionar conflictos.

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