El Concello de Maceda eliminará el servicio de taxi a las zonas rurales por ser 'pouco sostible', según las palabras de su alcalde Xavier Oviedo. Ayer fue el último día que los taxistas recorrieron las aldeas en busca de clientes, por lo que ahora serán éstos los que paguen la totalidad del viaje, hasta ahora cofinanciado por el Concello.
Desde hace años Maceda se mantenía comunicada con algunas aldeas próximas gracias al servicio financiado por el Concello y por el que pagaba al colectivo de taxistas un sueldo mensual para que tres días a la semana recorriesen las aldeas. Los clientes que se beneficiaban de este servicio pagaban un precio más bajo por la carrera del que se paga habitualmente. De esta manera, un usuario que viajase el lunes, miércoles o viernes por la mañana desde O Alto do Rodicio hasta la villa de Maceda pagaba sólo dos euros, frente a los nueve que debería abonar de no ser porque el Concello aportaba la diferencia.
Hace un mes y debido a los impagos que sufren los taxistas desde el mes de noviembre del año pasado, éstos dieron un ultimátum al alcalde que prometió pagarles en este mes de julio, pago que a día de ayer aún no se había producido. Por este motivo en agosto los vecinos no disfrutarán de este servicio, aunque, según Xabier Oviedo, 'en septiembre se estudiará la posibilidad de retomarlo'.
El alcalde de Maceda reconoce que en épocas de crisis 'hai que realizar recortes' y que además éste 'é un servizo difícil de controlar', ya que no se sabe si los taxistas cumplen con su cometido. Por su parte los profesionales se quejan de que 'xa levamos moito tempo sen cobrar e isto non pode seguir así', declara José García.
De todos modos, las líneas de autobuses se mantendrán en funcionamiento, lo que ayudará a que los traslados no sean tan costosos para los ciudadanos.
INFORMACIÓN
Los taxistas ya han avisado en estos últimos días a parte de sus clientes pero en las próximas jornadas colgarán carteles por las zonas afectadas para que la información llegue a todo el público. 'Gustaríanos que isto fose doutra maneira e poder avisar con 15 días de antelación ou máis, pero o alcalde non nos deu outra opción porque nos prometeu que nesta semana nos ía realizar o pago', comenta Francisco Domínguez, uno de los taxistas afectados.
Por su parte, los vecinos se quejan de esta supresión porque deberán pagar el precio total del viaje, sin subvención alguna.
Maceda es un municipio con alrededor de 3.100 habitantes, distribuidos entre 54 núcleos de población, que estaban contentos con el servicio, aunque los recortes y la escasa dotación económica del Concello parecen impedir su continuidad.
Hace un mes y debido a los impagos que sufren los taxistas desde el mes de noviembre del año pasado, éstos dieron un ultimátum al alcalde que prometió pagarles en este mes de julio, pago que a día de ayer aún no se había producido. Por este motivo en agosto los vecinos no disfrutarán de este servicio, aunque, según Xabier Oviedo, 'en septiembre se estudiará la posibilidad de retomarlo'.
El alcalde de Maceda reconoce que en épocas de crisis 'hai que realizar recortes' y que además éste 'é un servizo difícil de controlar', ya que no se sabe si los taxistas cumplen con su cometido. Por su parte los profesionales se quejan de que 'xa levamos moito tempo sen cobrar e isto non pode seguir así', declara José García.
De todos modos, las líneas de autobuses se mantendrán en funcionamiento, lo que ayudará a que los traslados no sean tan costosos para los ciudadanos.
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Los taxistas ya han avisado en estos últimos días a parte de sus clientes pero en las próximas jornadas colgarán carteles por las zonas afectadas para que la información llegue a todo el público. 'Gustaríanos que isto fose doutra maneira e poder avisar con 15 días de antelación ou máis, pero o alcalde non nos deu outra opción porque nos prometeu que nesta semana nos ía realizar o pago', comenta Francisco Domínguez, uno de los taxistas afectados.
Por su parte, los vecinos se quejan de esta supresión porque deberán pagar el precio total del viaje, sin subvención alguna.
Maceda es un municipio con alrededor de 3.100 habitantes, distribuidos entre 54 núcleos de población, que estaban contentos con el servicio, aunque los recortes y la escasa dotación económica del Concello parecen impedir su continuidad.
