Un padre puso en alerta a la policía cuando al bajar un inocente vídeo de las tortugas Ninja para sus hijos pequeños comprobó anonadado cómo en vez de los hermanos antropomorfos Leonardo, Raphael, Michelangelo y Donatello aparecían imágenes de menores de edad de carne y hueso desnudos o practicando sexo con adultos.
Este fue el punto de origen de la investigación que llevó a los agentes hasta el domicilio de Adolfo N.H. (49 años) en la ciudad el 24 de noviembre de 2011. Los policías se incautaron de varios discos duros y otro material que derivó en la captura de pantalla de la carpeta incoming (lugar al que van los archivos ya descargados) donde se encontraban dos ficheros con contenido pedófilo, una captura de pantalla de fichero en descarga donde se ven escenas de menores en actitud sexual así como dos discos duros. Una vez analizados estos últimos contenían 55 archivos de vídeo con desnudos y escenas en las que se realizaba el acto sexual protagonizados por menores y 22 archivos de fotografía. Cuarenta y dos de esos archivos de vídeo y 21 de fotografía fueron localizados una vez realizada la recuperación y otras partes en la carpeta donde van a parar las partes que se descargan con el programa EMULE.
SEGUNDA ALTERNATIVA
El inculpado reconoció ante la fiscal y la jueza del Penal 2 que tenía el material para uso propio y aceptó la segunda alternativa que le planteaba la acusación pública en su escrito de calificación, en la que se descartaba que hubiera favorecido su difusión a otro usuario de internet. Por este motivo, pagará un multa de siete meses con una cuota diaria de ocho euros (1.680 euros) por un delito de tenencia de pornografía infantil.
El acusado, quien ocultó su rostro en todo momento al entrar en la sala de vistas para evitar a los periodistas, según precisó al término del juicio su letrado, no tenía conciencia de que estaba entrando material pedófilo en el disco duro de su ordenador pero que las pruebas en su contra hicieron necesario llegar a un acuerdo con la fiscalía en la alternativa más favorable que planteaba en su escrito de acusación.
SEGUNDA ALTERNATIVA
El inculpado reconoció ante la fiscal y la jueza del Penal 2 que tenía el material para uso propio y aceptó la segunda alternativa que le planteaba la acusación pública en su escrito de calificación, en la que se descartaba que hubiera favorecido su difusión a otro usuario de internet. Por este motivo, pagará un multa de siete meses con una cuota diaria de ocho euros (1.680 euros) por un delito de tenencia de pornografía infantil.
El acusado, quien ocultó su rostro en todo momento al entrar en la sala de vistas para evitar a los periodistas, según precisó al término del juicio su letrado, no tenía conciencia de que estaba entrando material pedófilo en el disco duro de su ordenador pero que las pruebas en su contra hicieron necesario llegar a un acuerdo con la fiscalía en la alternativa más favorable que planteaba en su escrito de acusación.
