Cristina Pato recibió el galardón como símbolo de las nuevas generaciones de artistas gallegos

El 'Trasalba' premia la labor de una 'gaiteira universal'

Cristina Pato con Antía Cal, la premiada el año pasado (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
'Se algo me da vértixe é recibir un premio tan importante con 32 anos'. Pero desde que en 1998 publicaba su primer disco, 'Tolemia', Cristina Pato ha forjado una trayectoria en la que ha logrado universalizar la gaita gallega y contribuido a que Galicia sea más conocida fuera de nuestras fronteras. Por ello, ayer recogía el Premio 'Trasalba' en su 31ª edición, un galardón que reconoce la labor de personas con una significación especial en la proyección de la cultura gallega. Fue en un acto desarrollado en la Casa Museo de Otero Pedrayo, en Amoeiro.
'Desde que saquei 'Tolemia', que era un disco arriscado, intentaba probar que a gaita era un instrumento universal e que a gaita galega se podía universalizar', destacó la galardonada, recordando que lleva 15 años como emigrante 'que marcha pero sen deixar Galicia'. Primero se fue a estudiar a Barcelona y actualmente está afincada en Nueva York, después de recorrer muchos países en su carrera. Por ello, lleva mucho tiempo 'intentando decidir cal é o mellor xeito de explicar onde está Galicia no mapa', señaló.

En su intervención, Pato dedicó unas emocionadas palabras a su familia, a quien agradeció haberle transmitido valores fundamentales en su carrera como 'a perseverancia, a constancia, e que, se queres, podes'. Le ayudaron a 'levantarme nos tempos difíciles' y también 'reinventarse' cuando con 23 años se planteó 'onde quería estar dentro de dez', porque veía que 'a gaita galega tiña moito máis potencial do que le estábamos a dar'. Eso dio un nuevo impulso a su carrera, en la que quiere seguir trabajando para que 'sexamos capaces de non ter que explicar onde está Galicia no mapa'.

La laudatio de la galardonada corrió a cargo de Pablo Sánchez Ferro, quien glosó la intensa trayectoria de la joven gaiteira y pianista, que 'simboliza as novas xeracións de artistas galegos, orgullosos da súa tradición e cultura'.

Fue el presidente de honor de la Fundación Otero Pedrayo, Xesús Alonso Montero, el encargado de entregar el premio -una figura de Otero Pedrayo realizada por Buciños- a Cristina Pato, 'unha meniña gaiteira que toca a gaita en Nova Iork e que di ó mundo que Galicia non ten fronteiras'.

PRESENTACIÓN
El acto sirvió también de presentación del libro 'Cristina Pato. Galicia no fol', además de 'As xeórxicas do pan', fruto del trabajo realizado por un equipo encabezado por Manuel Forcadela sobre los manuscritos de Otero Pedrayo que conserva la Fundación Penzol, del que resultó un poemario 'escrito durante o periodo máis duro da posguerra' que, a la vez, es 'un canto á rexeneración, como logo do inverno regresa a primavera', manifestó Forcadela.

También asistió la premiada del año pasado, la pedagoga Antía Cal, obsequiada con una memoria fotográfica y vídeo del acto del año pasado. Estuvieron presentes, asimismo, personalidades del mundo de la cultura, encabezadas por los miembros de la Fundación Otero Pedrayo, así como de la política, entre ellos el conselleiro de Educación, Xesús Vázquez, quien definió a Cristina Pato como 'unha magnífica gaiteira e pianista', que, además, 'si é profeta na súa terra'.

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