La sala de lo Social del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia no admitió a trámite el recurso de apelación presentado por la empresa Aquagest (gestiona el saneamiento y abastecimiento en la ciudad) contra una sentencia dictada por una jueza de Ourense en la que se declaraba improcedente el despido del inspector de lectores de suministro Serafín Silva López, acordado el 11 de abril del pasado año.
A este último, según los motivos aducidos en la carta de despido, le abrieron un expediente disciplinario por falta muy grave en tanto que la empresa le atribuía una carta amenazante contra el entonces gerente Henry Laíño.
El Juzgado de lo Social 2 de Ourense había considerado improcedente el despido porque a lo largo del proceso no resultó acreditado, a través de las pruebas caligráficas, que Serafín Silva hubiera sido el autor del escrito que apareció pegado en la fachada de la oficina de Aquagest en la calle Avilés de Taramancos.
Las pruebas periciales ofrecieron datos discrepantes sobre la autoría de ahí que la magistrada de instancia, María Isabel Gómez Balado, optase por declarar improcedente el despido al no acreditar la empresa los hechos imputados.
Amenazas e insultos
En ese escrito, se vertían insultos contra el gerente: Es usted un auténtico fascista, odia usted a los que no son del PP, pero también amenazas -Tiene usted un mes para largarse, de lo contrario lo lamentarán sus familiares-. De hecho, en el Juzgado de Instrucción 3 se sigue un procedimiento penal contra el trabajador. La empresa optó por indemnizar al inspector (37.411 euros).
El Juzgado de lo Social 2 de Ourense había considerado improcedente el despido porque a lo largo del proceso no resultó acreditado, a través de las pruebas caligráficas, que Serafín Silva hubiera sido el autor del escrito que apareció pegado en la fachada de la oficina de Aquagest en la calle Avilés de Taramancos.
Las pruebas periciales ofrecieron datos discrepantes sobre la autoría de ahí que la magistrada de instancia, María Isabel Gómez Balado, optase por declarar improcedente el despido al no acreditar la empresa los hechos imputados.
Amenazas e insultos
En ese escrito, se vertían insultos contra el gerente: Es usted un auténtico fascista, odia usted a los que no son del PP, pero también amenazas -Tiene usted un mes para largarse, de lo contrario lo lamentarán sus familiares-. De hecho, en el Juzgado de Instrucción 3 se sigue un procedimiento penal contra el trabajador. La empresa optó por indemnizar al inspector (37.411 euros).
