El desfile que protagonizó el Martes de Entroido finalizó con una comida multitudinaria en la que participaron más de un millar de personas
Manzaneda volvió a celebrar un año más una de sus fiestas más emblemáticas y con mayor raigambre entre los vecinos, el desfile de fulións por las calles de la villa. Este año la celebración reunía la peculiaridad de que era el primer desfile del Fulión de Manzaneda que se celebraba bajo la denominación de Festa de Galicia de Interese Turístico.
El acontecimiento festivo congregó a cientos de personas, que disfrutaron del trabajo desarrollado por los ocho fulións, cuyo paso precedieron las tradicionales mázcaras, con sus danzas. El sonido de los bombos y acompañado por el generado por los las partes metálicas de los aperos de labranza.
El desfile se inició a las 11.30 horas y el sol acompañó a la celebración, disipando los temores tras la jornada desapacible del pasado lunes. La creatividad, el colorido y el buen humor fueron las tónicas dominantes entre las comparsas y los disfraces individuales que se sumaron a la comitiva durante todo su recorrido.
Al finalizar, daría comienzo una multitudinaria comida popular, a la que asistieron más de un millar de personas. Degustaron un menú que estaba compuesto por empanada, chorizo cocido, carne ao caldeiro, pan , vino y café. Ya de tarde, los fulións volvieron a recorrer a las calles de la localidad, que volvieron a vibrar con los toques de sus bombos y azadas, animando a la gente que presenciaba sus intervenciones.
