El espigado asfódelo

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Como he escrito el otro día al hablar del saúco (Sambucus nigra), cuando éramos niños, en tiempos en los que la falta de medios nos obligaba a aumentar la creatividad para fabricar nuestros propios juguetes, construíamos artesanalmente pequeñas cerbatanas con las ramas de esta planta, utilizando como proyectiles los frutos del gamón. 

El gamón, denominado científicamente Asphodelus albus, y conocido en castellano con los nombres de asfódelo, abrétuna, gamonita, gamonitera, puerro silvestre o vara de San José, entre otros muchos, y en gallego como gamota, abrótega, abrótea o abrotia, según las zonas, es una especie herbácea, rústica, resistente a las condiciones adversas y perteneciente a la familia de las Asfodeláceas. 

Esta planta, originaria de la cuenca mediterránea, crece en los bordes de los caminos y en los claros de los bosques de media y alta montaña, en terrenos calcáreos y soleados y ocupando, a veces, extensas superficies. Brotan pronto en los terrenos que han sido asolados por incendios. Las hojas, parecidas a las del puerro, nacen en la base del tallo. Son largas, estrechas, acanaladas, terminadas en punta y de color verde azulado. Del centro de estas hojas basales emerge un tallo desnudo, erecto y cilíndrico, que puede alcanzar hasta un metro de altura, y que lleva en el extremo una espiga de flores. En los meses de marzo, abril y mayo, estas flores, blancas, con una franja oscura en el centro, comienzan a abrirse progresivamente desde la parte más inferior hacia la superior. Es una planta melífera y sus flores son apetecidas por las abejas especialmente si escasean otras flores. La miel tiene un sabor delicado. En algunas iglesias se utilizan para ornamentar los altares en la fiesta de San José, el 19 de marzo, o en las alfombras florales del Corpus Christi. Los frutos son cápsulas más o menos redondeadas de color amarillo verdoso que al madurar se abren en tres partes, desprendiendo las semillas negras y triangulares. Aunque normalmente los animales evitan comer sus hojas, estas, ya sean frescas o secas, fueron utilizadas, en algunas regiones, para la alimentación de los cerdos, las ovejas y las cabras. 

En el mundo rural, los tallos, una vez secos, son utilizados para encender las “lareiras”, ya que constituyen un buen combustible. Y en algunas zonas se usan para hacer antorchas. En el sur de mi país natal, especialmente en la isla de Cerdeña, también eran utilizados para confeccionar cestos artesanales. Su elaboración era transmitida de madres a hijas. De la fermentación de sus raíces, tuberosas, se puede obtener alcohol y, una vez molidas y mezcladas con agua, una cola adhesiva muy utilizada desde la antigüedad para encolar libros. Estas raíces son comestibles. Así lo afirmó el filósofo y botánico griego Teofrasto, nacido en la isla de Lesbo en el 371 y muerto en Atenas en el 287 a.C., en su libro Historia plantarum. Se sabe que en tiempo de hambre se usaban para hacer pan. También, antiguamente, los brotes primaverales se consumían, siempre previamente cocidos, a modo de puerros silvestres. Pero es importante tener presente que esta planta en crudo es tóxica, pues contiene “asfodelina”, una enzima nociva, y por eso se dejó de usar para el consumo humano; una vez hervida desparece su efecto venenoso. También fue usada en la medicina tradicional, siempre en uso externo, como ungüento para curar heridas, soriasis, verrugas, eczemas y almorranas, frotando directamente la zona afectada con un trozo de raíz recién cortada. Por su particular belleza, viene utilizada también como planta ornamental.

En la cultura griega el asfódelo estaba relacionado con la muerte. Así Homero lo cita en la Odisea como la planta de los infiernos. Los griegos que en vida no habían sido ni buenos ni malos iban tras la muerte al campo de los asfódelos.

Antiguamente también se usaba como pronóstico meteorológico. Observando su floración y su fructificación se podía establecer el calendario agrícola o las condiciones atmosféricas del año.

En zonas costeras gallegas se encuentra también la especie Asphodelus ramosus o gamón ramificado.

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