Uno de los tópicos sobre la comida es que adelgaza no mezclar proteínas con hidratos de carbono

Los falsos mitos alimentarios han provocado que se dejen de consumir productos básicos

Varias piezas de pan, un producto básico en la dieta. (Foto:  Archivo )
Ni el pan engorda ni el agua adelgaza, sino que son dos productos básicos de cualquier dieta. Los mitos y la rumorología sobre algunos alimentos han provocado que se dejen de consumir productos básicos. Así, las supuestas calorías del pan no son tales; lo que engorda es con lo que se rellena o con lo que moja o unta. Respecto al agua, es lo mismo beberla antes de comer, entre horas o durante la comida, porque sus cero calorías se dan en todos los casos. Las calorías de la fruta son siempre las mismas.
En el campo de la alimentación, la rumorología es una especie de dictador al que las masas obedecen en su afán de rendir culto al cuerpo, de modo que nada hay más sensible actualmente a los dimes y diretes que el modo de engullir. El doctor Ramón de Cangas, nutricionista y biólogo, desgrana, algunos de los infinitos tópicos y clichés a los que la gente hace caso religiosamente. Así, hemos pasado del ‘después de la leche nada eches’, al que nadie hacía ni caso y sin base científica, o de las espinacas de Popeye que al final no tenían tanto hierro, a un sinfín de estupideces que esclavizan a los humanos.

Un ejemplo edificante es el pan. De un tiempo a esta parte ha sufrido el destierro de muchas bocas pese a que no aporta tantas kilocalorías como se suele pensar. De Cangas manifiesta que lo que engorda no es el pan sino lo que lo rellena y aquello con que se moja o unta, porque en sí mismo es un alimento muy sano y una buena forma de alcanzar las cuatro-seis raciones de cereales/feculentos recomendadas al día.

Proteínas o hidratos

El agua sería la siguiente protagonista de esta historia interminable, porque se ha generalizado que beberla antes de comer o entre horas ayuda a adelgazar. ‘Es falso’, subraya De Cangas, quien hace hincapié en que este fluido no tiene ningún efecto sobre la grasa corporal aunque tomarlo antes de comer produzca cierta saciedad. No es extraño ver a gente que al tragar casi se ahoga bajo la creencia de que beber entre comidas engorda, pero lo cierto es que sus cero calorías son ‘inamovibles’, da igual la hora y las circunstancias.

Y cuando uno se sienta a la mesa, cuántas veces escucha una voz amiga que advierte de que si no mezclas proteínas e hidratos de carbono adelgazas. Para el experto, es un mito promovido por las dietas disociadas y no tiene ninguna base científica. Los alimentos no están compuestos exclusivamente de proteínas o de hidratos de carbono o de grasas, ya que todos ellos son una mezcla.

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