El presidente de la SGAE, Antón Reixa, se enfrenta mañana a una reunión de la junta directiva en la que se votará su permanencia al frente de la entidad, cuestionada desde hace unos meses, y de la que, en caso de que sus detractores sumen los votos necesarios, podría salir un nuevo responsable.
La realidad es que 'nadie puede saber lo que va a pasar el martes', indicó la portavoz de la Sociedad General de Autores y Editores, Julia Altares, que aseguró que 'los cálculos y las cábalas' sobre los apoyos con que cuentan Reixa y sus detractores, respectivamente, 'cambian de un momento a otro'.
Poco más de un año pasó desde que Reixa fuera elegido presidente de la SGAE, el 8 de mayo de 2012, tras ser apoyado por 24 de los 37 miembros de la junta directiva constituida tras las elecciones del 26 de abril de aquel año. Ahora, 28 de esos miembros firmaron una iniciativa liderada por dos de los que fueran compañeros de Reixa en las listas de la candidatura Aunir, para echar a Reixa de la presidencia.
Una junta en la que, señaló Altares, 'hay el deseo por parte de una gran parte de miembros de apelar a la responsabilidad y al sentido común y evaluar cuál decisión puede causar más daño a la entidad como tal, fuera de los intereses personales de algunos socios'.
El debate sobre la continuidad del presidente se produce después de que el presidente de la Fundación Autor, Antonio Onetti, y uno de los cuatro vicepresidentes de la entidad Fermín Cabal, directivos que se presentaron a las elecciones a la presidencia de la SGAE en la lista que encabezaba el gallego Reixa, remitieran una carta a la junta en la que pedían su dimisión tras acusarle de 'presidencialismo'.
Poco más de un año pasó desde que Reixa fuera elegido presidente de la SGAE, el 8 de mayo de 2012, tras ser apoyado por 24 de los 37 miembros de la junta directiva constituida tras las elecciones del 26 de abril de aquel año. Ahora, 28 de esos miembros firmaron una iniciativa liderada por dos de los que fueran compañeros de Reixa en las listas de la candidatura Aunir, para echar a Reixa de la presidencia.
Una junta en la que, señaló Altares, 'hay el deseo por parte de una gran parte de miembros de apelar a la responsabilidad y al sentido común y evaluar cuál decisión puede causar más daño a la entidad como tal, fuera de los intereses personales de algunos socios'.
El debate sobre la continuidad del presidente se produce después de que el presidente de la Fundación Autor, Antonio Onetti, y uno de los cuatro vicepresidentes de la entidad Fermín Cabal, directivos que se presentaron a las elecciones a la presidencia de la SGAE en la lista que encabezaba el gallego Reixa, remitieran una carta a la junta en la que pedían su dimisión tras acusarle de 'presidencialismo'.
