NATURALEZA

El cancro del castaño afecta a 56 municipios ourensanos

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photo_camera Los castaños inoculados con cepas hipovirulentas son marcados, como estos de Rubiá.

La provincia concentra el 90% de los tratamientos que acomete la Xunta, con Viana y Riós en cabeza

La inoculación de cepas hipovirulentas centra la lucha contra el chancro (cáncer o "cancro") del castaño (Cryphonectria parasítica) que desarrolla la Dirección Xeral de Ordenación Forestal, que la concentra en la provincia ourensana, la más castigada por el hongo y el destino de aproximadamente el 90 % de los tratamientos. En 2016, fueron 15.048 los aplicados en 56 concellos de la provincia, siendo los que más recibieron Viana (2.151), Rios (1.646), Manzaneda (1.552), O Barco (876) y O Bolo (789), según los datos facilitados por la Consellería do Medio Rural.

Al día 10 de marzo de 2017 las inoculaciones realizadas en Galicia habían sido 8.236, aunque las previsiones de la Consellería do Medio Rural contemplan vacunar 26.000 castaños. De esta manera, continúa una guerra que comenzó en 2011 y que encabeza la Estación Fitopatolóxica de Areeiro, dependiente de la Deputación Provincial de Pontevedra. En este periodo, el número de solicitudes pasó de las 93 de los primeros meses a las 1.500 de 2016, cuando en toda Galicia fueron tratados 16.037 castaños. En todos estos años, el total de ejemplares inoculados se aproxima a los 70.000.

El director xeral de Ordenación Forestal, Tomás Fernández-Couto destacó la labor desarrollada, considerando que los resultados son "moi satisfactorios". También valora favorablemente este programa Jesús Quintá García, presidente de la Indicación Xeográfica Castaña de Galicia. "Está funcionando. A vacunación está sendo bastante intensiva", afirmó.

El chancro del castaño es producido por hongos que se introducen en el árbol aprovechando cualquier herida, pues el hongo es incapaz de superar la corteza. Después, se propaga rápidamente, llegando a causar la muerte del castaño. Esta circunstancia lleva a los técnicos de la Xunta y de Castaña de Galicia a insistir en la necesidad de desinfectar todos los útiles que manejan los productores.

Si el chancro está presente, entonces solo cabe inocular cepas hipovirulentas del hongo, carentes de poder patógeno. En todo caso, el Centro de InvestigaciónForestal de Lourizán desarrolla varias líneas de trabajo encaminadas a reforzar las variedades de castaño y hacerlas más resistentes a plagas y enfermedades.

Cita en el Ministerio por la avispilla

El chancro del castaño no es la única amenaza que esconden los sotos. La propagación de la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus), un insecto que deposita las larvas en las hojas y que puede acabar con el árbol,  también supone un serio quebradero de cabeza para los productores. Estos vieron cómo Italia comienza a recuperarse después de que esta plaga acabase con buena parte los árboles, reduciendo la producción de castañas en un 80 %. El presidente de la IXP Castaña de Galicia, Jesús Quintá, se hace voz de la inquietud del sector al demandar la suelta intensiva de otro insecto: el Torymus sinensis, un depredador que combate a la temida avispilla. El próximo 4 de marzo, representantes del sector de las comunidades autónomas con sotos de castaños acudirán a Madrid para reunirse con los responsables y técnicos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama). Sobre la mesa solo habrá un único tema: combatir la plaga de la avispilla. "Esperamos que este ano a solta sexa masiva, pois o dano pode ser desastroso".

Una tercera plaga es la tinta del castaño, un mal que los productores combaten plantando variedades de castaño resistentes. Estas no son las de mayor producción de fruto, por lo que la IXP solo recomienda recurrir a ellas si es preciso.

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