REFUGIADOS | SOLIDARIDAD

Carballeda acoge a otros cinco refugiados, llegados de Siria

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photo_camera Habitación del piso de Sobradelo en el que se alojan los refugiados sirios.

Un segundo grupo de refugiados -este de origen sirio, pero llegado desde un campamento de refugiados de Líbano- se aloja desde ayer en las viviendas sociales de Carballeda de Valdeorras. Forman parte del Programa Nacional de Reasentamiento, que promueve el Ministerio del Interior, y se alojarán en un piso que el Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS) cedió al Concello y este a Cruz Vermella Valdeorras, siempre con el único fin de colaborar en este programa.

Las cinco personas -una pareja y tres menores- que forman el grupo llegaron a las 11,00 horas de ayer al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Con ellos viajaron otros cinco refugiados procedentes de Líbano, un grupo también formado por una pareja y tres menores. Estos últimos fueron acogidos en la provincia de Zamora, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior.

En el caso de Carballeda, a finales de agosto llegó el primer grupo de refugiados. Tiene un origen latinoamericano y lo forman dos mujeres, un hombre y dos menores. Llegaron a Sobradelo buscando la paz que las mafias no le permitían en su tierra natal, un objetivo que parecen haber sido conseguido, según se desprende de las palabras de la alcaldesa. "Están perfectamente integrados, con los niños escolarizados, son dos más del pueblo. Todos ellos recibieron el apoyo y afecto del vecindario y su idea es seguir viviendo aquí", dijo María del Carmen González Quintela. "Se trata de tender una mano a quienes lo están pasando mal", añadió la regidora. También aseguró que los nuevos vecinos recibirán una acogida similar a la de sus predecesores.

La vivienda cedida a los refugiados sirios está sin estrenar, como se aprecia en la etiqueta que aún cuelga del portero automático. Eso sí, fue amueblado y dotado con todos los medios necesarios en un hogar.

Una voluntaria árabe hará de intérprete

Durante su estancia en Sobradelo de Valdeorras, los gastos que genere la  familia de refugiados corren por cuenta de Cruz Vermella, que en Valdeorras dirige Maximino Alonso y que utiliza los fondos del Ministerio del Interior, según explicó. 

Si en la llegada de los refugiados latinoamericanos, estos no tuvieron ningún problema para adaptarse, en el caso de los desplazados de Siria surge uno: el idioma. En todo caso, Maximino Alonso mostró su confianza en que una voluntaria de origen árabe pueda ayudar a los recién llegados en su comunicación con sus convecinos de Sobradelo, fruto de su participación en el programa Castellano para Inmigrantes, que la ONG valdeorresa desarrolla desde hace diez años.

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