ECONOMÍA

Cáritas y Cruz Roja no vislumbran el fin de la crisis

photo_camera Adelina Martínez y Maximino Alonso, en la nueva sede de Cruz Roja Valdeorras.

Atienden a un número menor de familias que hace un año, pero que tienen necesidades mayores 

El número de familias que acuden a Cáritas Interparroquial de O Barco descendió un 15 % en el último año. De las 211 contabilizadas hace un año pasó a las 184 que ayer tenía registradas. Este dato, por sí solo, parece invitar al optimismo, pues podría significar el final de la crisis económica. Nada más lejos de la realidad. "Hay familias que se fueron, pero pocas lo hicieron porque empezaron a trabajar. La mayoría se marchó de O Barco a otros puntos de España o a sus países de orígenes. Sí se aprecia una bajada de la demanda, pero las familias que siguen están peor", explicó Isabel Álvarez, trabajadora social de la ONG que preside Julio Mourelo.

El empeoramiento de la situación para las familias que atraviesan problemas lo corrobora el incremento de servicios prestados, que pasó de 2.081 a 2.191 en el último año. Esta diferencia supone un aumento del 5 % a pesar de que las unidades familiares solicitantes son menos, según los datos de Cáritas.

Esta percepción de que la crisis dista mucho de dejarnos la comparten los responsables de Cruz Roja Valdeorras: su presidente y la vicepresidenta, Maximino Alonso y Adelina Martínez. "Seguimos en la crisis. Tenemos una media de aproximadamente tres casos semanales de alimentos y recibos. No se ve que pase la crisis", comentó el primero de ellos.

En todo caso, los dos directivos de esta ONG coincidieron en que la comarca quizás no esté acusando tanto la crisis como otras zonas. La importancia que las exportaciones tienen para el sector de la pizarra y, por tanto, para la economía local, permite que la construcción de otros países menos castigados también salpique a las familias valdeorresas. "Al menos, permite que no se destruyan tantos empleos", comentó Adelina Martínez.

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