La organización carecía de permiso alguno, según afirmó el Concello
El patio de armas del castillo de O Bolo (construido en el siglo XII y reconstruido en el XV) fue escenario de dos fiestas, tal y como denunció el alcalde, Manuel Corzo Macías, en el cuartel de la Guardia Civil. Fue un vecino el que dio cuenta al Concello de la actividad festiva desarrollada durante la madrugada de ayer y la del día 16.
El alcalde presentó la denuncia ayer, después de tener conocimiento de las fiestas, careciendo la organización de los permisos obligados. Según el texto de la denuncia, el patio de la fortaleza fue "abarrotado" por numerosas personas, siendo colocadas sillas y neveras y poniéndose a la venta "alcohol y refrescos".
Fue un vecino, emigrante en Francia y cuya casa está situada en las inmediaciones del castillo, el que avisó del evento. Esta misma persona había rogado a los asistentes a la fiesta que bajasen el volumen de la música, pues no permitía dormir a su familia. Su petición no logró el objetivo perseguido y los ritmos continuaron. Eso sí, al amanecer descubrió varias pintadas en las fachadas de su vivienda, en una de las cuales puede leerse: "Fis de pute".
También apareció pintada una farola ubicada en el patio de armas del castillo, cuya puerta de acceso permanece abierta todo el tiempo, según informaron los vecinos.
Fuentes vecinales atribuyeron la organización de la fiesta a la falta de un programa de actos en las fiestas patronales de los días 15 y 16. Esta queja fue respondida por el alcalde, quien explicó que las arcas municipales destinan 3.000 euros del presupuesto anual a actividades festivas del pueblo y que el 15 hubo una charanga y atracciones.
