PROYECTO RECHAZADO

La Hidrográfica obliga a O Barco a renunciar a su playa de arena

El alcalde de O Barco, Alfredo García, en la rueda de prensa.
photo_camera El alcalde de O Barco, Alfredo García, en la rueda de prensa.

La Comisaría de Aguas echó abajo el proyecto inicial, que la propia Confederación redactó en 2011

La arena abandonará definitivamente la playa fluvial del Paseo do Malecón de O Barco este verano. Los reparos que todos los años plantea la Confederación Hidrográfica Miño-Sil a la hora de permitir el uso de piedra de zahorra, un material que sirve de base para la arena pero que también podría ser arrastrado al cauce en una crecida, llevó al equipo de gobierno socialista a sustituirla por la hierba.

El cambio lo detalló ayer el alcalde, Alfredo García Rodríguez, quien confía en que el organismo de cuenca corrobore esa modificación, que se ha adoptado a pesar de que los técnicos habían resuelto el problema proyectando la construcción de una escollera de piedra, sobre la cual se extendería la arena. En el Concello no había gustado esta última idea, pues entiende que dificultaría el acceso de los niños al agua.

Los planes que maneja el equipo de gobierno barquense siguen las directrices del informe que la Comisaría de Aguas hizo de un proyecto que en 2011 redactó la propia Confederación Hidrográfica Miño-Sil y que también incluía la reforma de la playa fluvial. Con un presupuesto de 498.418 euros, fue presentado por el entonces presidente Francisco Fernández Liñares, cuyo nombre saltaría a los medios relacionado con la trama lucense de la Operación Pokemon.

El alcalde de O Barco explicó que la actual Comisaría de Aguas puso trabas a la práctica totalidad de aquel proyecto, que incluía desde la construcción de una grada hacia el río hasta la colocación de un pantalán, entre otras actuaciones. "Según el informe de Comisaría no se puede hacer casi nada de lo que pone el proyecto de Liñares", explicó. Añadió que la memoria que redactarán los técnicos municipales se ceñirá a las pautas que fijó ahora la Comisaría de Aguas.

La propuesta municipal también abarca el muro de la zona del trampolín, que sirve de zapata del muro de encauzamiento y cuyas deficiencias pretende reparar. El cemento será disimulado con madera y no está descartada la construcción de un arenero para que jueguen los niños.

El actual presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín Muñoz, rechazó en su día financiar los 498.418 euros del proyecto inicial por falta de fondos. Esta negativa no impidió que el alcalde se refiriese a él en términos elogiosos. "Si aquel proyecto valía casi 500.000 euros, ahora sacamos uno de 1.800.000: la ampliación de la Edar (estación depuradora de aguas residuales)", dijo el regidor barquense.

Los bruscos cambios de caudal que el río Sil registra estos días y que provocaron más de una protesta de los bañistas también fueron puestos sobre la mesa en la cita de ayer. El alcalde mostró su convencimiento de que las empresas eléctricas con centrales río arriba, Iberdrola y Endesa, cuentan con las autorizaciones exigidas. Coincidió en el daño que las subidas y bajadas del nivel ocasionan en el ecosistema, pero dijo que las compañías tienen fijado un caudal mínimo del que no pueden bajar y comentó que informará a la Confederación Hidrográfica.

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