CRÓNICA

Valborraz, una mina de película

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photo_camera Isidro García, Margarida Pizcueta (concejala de Cultura), Aurelio Blanco y José Fernández.

La mina de wolframio de Valborraz revive en una muestra en O Barco

En la mina de volframio de Valborraz, en Casaio –Carballeda de Valdeorras– trabajaron presos políticos españoles, dirigidos por alemanes. "Fue un campo de concentración, aunque con ciertas diferencias respecto a cualquier otro", en palabras de Aurelio Blanco Trincado, presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses (IEV). Blanco  inauguró ayer, en la biblioteca Florencio Delgado Gurriarán, la exposición "As minas de volframio en imaxes".

Explicó que en las tres cantinas que llegaron a estar abiertas en el recinto minero "convivían presos, obreros, directivos de las minas y guardias civiles. No era un campo de concentración al uso", dijo.


 "Llegaron a surgir matrimonios", continuó explicando el ponente, quien también resaltó que entre los directivos de las minas "existía cierta perocupación por la sanidad y la alimentación".
Aurelio Blanco estuvo acompañado por Isidro García Tato, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Tato ya había hablado en el teatro Lauro Olmo de la película"Lobos sucios" y de la historia de las minas de volframio en la comarca. 


La convivencia de presos políticos, alemanes, Guardia Civil y población en un lugar tan acotado como la explotación minera de Valborraz se basta para avivar la imaginación de cualquier director de cine. Sucedió con Simón Casal y su filme "Lobos sucios" y también está pasando con Paula Ortiz -directora de la premiada "La novia"- que trabaja en otra película, con el asesoramiento del Instituto de Estudios Valdeorreses. 


Las minas de volframio están de moda. De eso no hay duda y parte de la culpa la tienen historiadores como Isidro García, quien en breve dará a conocer su esperado trabajo acerca de Valborraz. "Lo vamos a presentar en breve". Aurelio Blanco prepara la llegada del estudio con esta exposición de planos originales de las explotaciones mineras y una colección de fotografías tomadas entre los años 1941 y 1944. 


La muestra también exhibe objetos y equipos utilizados en la mina de Valborraz, cuya explotación se repartió en tres etapas. La primera, entre 1913 y 1928, dirigida por capital belga. Después, entre 1937 y 1945 –coincidiendo con la Segunda Guerra Mundial–, estuvo capitaneada por los alemanas. Y una última entre 1954 y 1963, en la que la mina se reabrió durante la Guerra de Corea, y que terminó siendo clausurada de forma definitiva por empresarios de la zona. 

Curiosidades
El presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses dstaca una turbina empleada para generar electricidad y que permitía destinar ese agua  para lavar el mineral. La muestra también expone picos, faroles y otros útiles, así como revistas y publicaciones. 


En la exposición, Blanco Trincado analiza una actividad que preparó a la comarca de Valdeorras para la explotación de la pizarra. "Aquí hay muchos minerales. Estuvo Isaac Peral y denunció un yacimiento de mineral en Rubiá –explicó Aurelio Blanco–. Fue como El Dorado".n

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