Merit Ptah: La primera
En el año 2.700 a.C. -casi 50 siglos antes de nuestro tiempo- durante la época de los faraones una mujer estaba ya revolucionando la medicina. Es Merit Ptah, una joven que está considerada la primera mujer científica de la historia y que ejerció como médica jefe de la corte. Además, tuvo tiempo para dedicarse a la enseñanza. Tendrían que pasar 24 siglos hasta Hipatia de Alejandría, otra de las grandes científicas de la Antigüedad.
Marie Curie: Batiendo récords
Hablar de mujeres científicas tiene un nombre en mayúsculas. Marie Curie no solo fue la primera mujer en ganar un premio Nobel en el año 1903, sino que fue la primera persona en ganar dos. La Física y la Química fueron los campos en los que se movió y, junto a su marido, Pierre Curie, fue pionera en el estudio de la radiactividad. En sus investigaciones, descubrió dos nuevos elementos químicos -el radio y el polonio-. La suya fue una vida entregada a la ciencia, literalmente. La continua exposición a los rayos le arrebató la vida con tan solo 67 años y, tal era la radiactividad de su laboratorio, que sus papeles siguen siendo tóxicos hoy en día. Aunque era polaca de nacimiento, fue la primera mujer en recibir sepultura con honores por méritos propios en el Panteón de París, ciudad en la que también se convirtió en la primera profesora universitaria. Los trabajos que desarrolló en solitario y junto a su marido contribuyeron en gran medida al avance de la ciencia a comienzos del siglo XX. Los institutos que fundó en las capitales francesa y polaca continúan siendo un referente en la investigación científica todavía hoy.
Rosalind Franklin: Injusticia social
Fueron muchas las mujeres a lo largo de la historia cuyo trabajo no fue reconocido y la inglesa Rosalind Franklin es una de ellas. A pesra de haber sido una de las primera científicas en investigar la estructura del ADN y de ser la primera en observar la estructura de doble hélice, nadie se la tomó en serio por el hecho de ser mujer. Falleció a los 38 años y, tras su muerte, un compañero de su laboratorio junto a otros científicos se atribuyeron el descubrimiento y lo publicaron entre la comunidad científica, que les otorgó un premio Nobel en el que Franklin ni siquiera figuró.
Ada Lovelace: Programadora
Si hoy tienes toda la información en la palma de tu mano es, en parte, gracias a ella. Su nombre era Augusta Ada King, condesa de Lovelace, una joven inglesa considerada una de las matemáticas más importantes de la historia. Fue la encargada de inventar el idioma que hoy utilizan los ordenadores y que sigue vigente hoy en día. Lovelace es la primera programadora de la que hay datos y, gracias a su inteligencia, fue capaz de calcular de forma automática y rápica grandes operaciones numéricas. Sus apuntes y algoritmos fueron claves para poder desarrollar la computación. Vivió en Inglaterra entre los años 1815 y 1852.
Día de la Niña en la Ciencia
A pesar de que son muchos más los ejemplos de grandes mujeres científicas, como Margarita Salas, Isabel Cendal, Jane Goodall o Lisa Meitner, siempre ha sido un mundo para los hombres. Por eso, en el año 2015, la Organización de Naciones Unidas proclamó el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
El objetivo principal de esta jornada, a la que en solo siete años se han sumado colegios, universidades y la sociedad en general, es el de romper los estereotipos y fomentar las vocaciones científicas y tecnológicas entre las estudiantes, teniendo en cuenta que existen países en los que su participación en este tipo de campos está todavía vetada. Por eso, este viernes es un buen momento para recordar a todas estas científicas, celebrar sus logros y otorgarles el reconocimiento que se merecen y que muchas no tuvieron por el simple hecho de ser mujeres.
