El COB fue mejor al Lleida en un partido igualado y que supo resolver con solvencia adelantándose en las semifinales del play off de ascenso
El COB empieza la eliminatoria de ascenso a la Liga ACB que lo enfrenta al Lleida mandando. Mejor de principio a fin a que su rival pero sin alardes ni la contundencia que pudiese hacer pensar en nada que no esté en el guión. La serie tocará masticarla despacio y saborear cada partido.
Lo del k.o. ni se contempla. Como el Mayweather-Pacquiao. Muchos golpes pequeños para hacer un mucho. Así fue el estreno del play off. El COB golpeó mucho más y a los puntos fue indiscutible vencedor. Y eso que los puntos escasearon en la primera mitad.
En los dos primeros cuartos la presión y el respeto mutuo marcó el partido. Un COB sin tiro exterior alguno y un Lleida con menos recursos pero igual de poco eficaz.
En el intercambio de golpes el COB es superior. Le llegó con cargar una y otra vez contras los pares interiores para encontrar en los tiros libres lo que no tenía desde la distancia. Eso, y dos detalles de calidad de Rivero en los últimos minutos dispararon la renta al descanso (30-20).
Demasiada ventaja para un partido tan igualado y diferencia clave. Porque el Lleida mejoró en la segunda mitad pero nunca lo suficiente como para amenazar con darle la vuelta al marcador.
Reacción y respuesta
Fakuade se echó el equipo a la espalda y apareció Kaufmanis para meter el miedo en el cuerpo a un Pazo tremendo en implicación desde el primer minuto. Cuatro puntos de renta y un cuarto por jugar sonaban a sufrimiento, emoción y dudas.
Cristian Díaz y sobre todo Suka-Umu decidieron el partido. El base no falló en ninguna defensa y en ataque estuvo acertado. El alero sencillamente ganó el partido. Tiró, penetró y generó ventajas en cada acción. Dio 12 puntos, anotó 5 y convirtió un partido agónico en un final festivo.
El primer punto de la serie se queda en el Pazo. El domingo sigue la fiesta, o el drama.
