Baloncesto

COB, invencible a cuatro asaltos

 

Quinta victoria consecutiva de un equipo ourensano en cabeza de la liga LEB Plata contra un buen Gijón que aguantó hasta el último cuarto

Ningún equipo aguanta hasta el momento cuatro asaltos a este COB, el único invicto y cabeza de la competición en el grupo Oeste de la LEB Plata.

Ni siquiera un Gijón llegado al Pazo Paz con etiqueta de peligroso. Ni siquiera una tarde más bien mala de acierto exterior por parte del equipo entrenado por Armando Gómez -del 48 por cierto en triples antes del partido a un más humano 32 al final- impidió que el COB pusiera en marcha la 'fábrica' y terminase pasando el rodillo sobre el quinto rival.

Porque los 18 puntos de ventaja sólo describen el último cuarto -25 a 11- y no los tres anteriores -54 a 50- donde el Gijón, sin un gran despliegue táctico pero con el acierto providencial de Unai Mendicote aguantó todos los intentos locales de romper el partido.

Este COB es previsible. Por el momento vive del acierto exterior, del juego en bloque y de la intensidad defensiva. Todos sus contrarios lo saben. La cuestión es cómo detener una maquinaria que, bien engrasada, no parece tener oposición hasta que toquen los Cantabria, Zornotza o Ponferrada.

El Gijón aguantó el esperado chaparrón de triples durante la primera parte -21 tiros, a más de un intento por minuto- aprovechando que la mayoría cayeron fuera del aro. También sacó partido de los errores defensivos y ciertas dudas en el ataque de los ourensanos.

Armando Gómez movió una y otra vez el quinteto. Buscando una regularidad en juego y acierto que no llegó hasta mediado el último cuarto. Con un quinteto 'bajito', polivalente, rápido y aguerrido en defensa (Darius Carter tendrá que esperar otra ocasión y un dúo arbitral menos estricto) encontró el camino hacia la victoria.

Comenzó en defensa, donde Javi Marín, contagió la energía y el espíritu necesario para poner orden, cerrar líneas, bajar el pompis y apretar los dientes. Involucrando a un Pazo más propio de LEB Oro -cerca de 2.000 espectadores en tiempo de Magosto-, con ganas de juerga pese a la mascarilla.

Del empate a 59 a falta de cinco minutos se pasó a los 18 del final. Marín también reorganizó el ataque -14 asistencias- y puso en la rampa de despegue a Lasenbergs y a un Gantt desaparecido en la primera parte. Se añadieron a la causa Ventura y dos habituales tras las bambalinas, Nogués y Van Wijk.

Con estos dos últimos como interiores, el COB logro su mejor rendimiento, aplicando un parcial de 20-2, añadiendo a sus inevitables triples puntos procedentes de recursos que a veces parece olvidar: penetraciones a canasta, tiros a media distancia e incluso alguna acción bajo el aro aprovechando una ventaja de altura. Metiendo de dos también se pueda ganar.

El equilibrio en el juego y el encaje de dos interiores necesarios -Carter y Pennacchiotti- son las asignaturas pendientes de un COB que, de momento, puede empacharse a triples. Nadie le tose. Ya se verá contra los grandes. Sigue líder y la próxima semana visita en Logroño a un flojo Clavijo.

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