Segundo test de pretemporada para el COB. Los ourensanos reeditaron el Derbi do Miño viéndose las caras ante el Breogán en Lugo, en la segunda semifinal de la Copa Galicia. Un duelo amistoso, sí, pero siempre especial con la rivalidad clásica a las dos riberas del río. Y por eso, la derrota duele un poco más. Sobre todo por la forma. Los ourensanos demostraron que están “verdes”, fallaron mucho y no dejaron un buen sabor de boca.
El primer cuarto no fue un dechado de virtudes. A ambos equipos les costó coger el ritmo ofensivo. Los lucenses se terminaron entonando, los ourensanos no. Radic fue la principal opción pese al físico local, pero los de Félix Alonso fallaron tiros cómodos que les obligó a ir a remolque. Los triples no entraban y del 7-4 competido se pasó al 13-4 en un abrir y cerrar de ojos. Una canasta de Jawara sobre la bocina sirvió para cerrar el primer parcial con un 18-8 favorable al Breogán.
Vuelve a ver el partido del COB
Salió bien el COB tras el parón. Jawara y Palazuelos acercaron a los ourensanos en el marcador en un arreón de“colmillo”. Pero duró hasta ahí. Llegó el debut de Peter-McNeilly mientras el aro seguía cerrado (0 de 9 en triples, minuto 12). Atrás sí se estaban haciendo mejor las cosas, viendo quién estaba enfrente. Con esa falta de acierto, el Breogán se volvió a distanciar sin tampoco grandes alardes. Los ourensanos eran incapaces de generar ventajas. Tiraban forzados, incluso se les agotaba la posesión, y casi siempre con el mismor resultado: “agua”. Lo aprovecharon los locales, por inercia, marcharse al descanso con un claro 36-16.
Y después la cosa no fue mucho mejor. Las acciones positivas en defensa empezaron a ser menos habituales y en ataque el aro rival, por momentos, hasta sobraba. La secuencia de tres triples fallados en la misma jugada, el mejor ejemplo. Solo Radic mostraba músculo ante un equipo ACB y anticipaba lo dominante que puede ser en la LEB Oro. Pero por lo demás, muy poco. Los lucenses siguieron a lo suyo, haciendo sangre si tan siquiera meter “rock and roll”. El tercer cuarto finalizó con un 56-28 que contaba bien lo que estaba sucediendo. En el último parcial, la tapa que cerraba el aro local no se movió del sitio. Poco que contar. Al menos bueno. Demasiados minutos de la “basura”.
En cuantro a nombres propios, Radic el más destacado. Turner, con problemas de faltas, desaparecido. Por fuera, muy poco. En ataque tremendamente desacertados, y en defensa momentos buenos hasta que el marcador empezó a pesar. Pretemporada para lo bueno y para lo malo. A estas alturas, conclusiones las justas. El miércoles, ante el Valladolid en “Pucela”, más. Habrá que ver si con Romaro Gill alistado para la causa.
En la primera semifinal, el Obradoiro también cumplió los pronósticos y se impuso por 88-73 al Básquet Coruña en la primera semifinal. Los de Moncho Fernández controlaron el marcador y sentenciaron en el tercer cuarto.
