CRÓNICA

Tres Reyes Magos a la carrera en Carballiño

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photo_camera Algunas de las calles del recorrido estaban desiertas al paso de sus Majestades.

La cabalgata del Concello de O Carballiño ha creado polémica tanto en las calles como en las redes sociales. Los vecinos denuncian su mala organización y la pérdida de ilusión de los más pequeños.

La comitiva real salía de la Uceira a las 17,30 horas del pasado viernes. Después de un ir y venir de noticias, parecía que la cabalgata tendría lugar, sin importar que muchos no se hubiesen enterado de la actualización informativa del Concello a través de las redes sociales. El miércoles, la organización suspendió la cabalgata por motivos de seguridad, ya que la previsión meteorológica anunciaba un temporal con fuertes lluvias. En su lugar, los Reyes Magos harían una recepción en el Auditorio Municipal, con música y animación para los pequeños. El propio día, se retomaba la idea de sacar las carrozas a las calles, mirando al cielo en todo momento.

Este miedo y las prisas de última hora hicieron que los Reyes Magos dejasen atrás algunas cosas. Tradicionalmente, los niños que querían acompañar a Sus Majestades en las carrozas lanzando dulces, se apuntaban en el Concello. Este año, parece que fallaron las previsiones de caramelos y sobraba gente ahí arriba para tirarlos. Los vecinos empezaron a demostrar su malestar, aunque lo más criticado aún no se había producido. 

De rallye por las calles
Algunos describen el desfile como el paso de una estrella fugaz, algo visto y no visto. Otros comentan que Fernando Alonso haciendo vueltas rápidas no se luce tanto como estos Reyes. Los vecinos se quejaban de que si te agachabas para coger un caramelo, ya no veías pasar la siguiente carroza. Los niños corrían detrás de las carrozas, y no emocionados, sino porque era la única forma en la que podían ver a los Reyes. Un evento que solía durar casi dos horas pasó a realizarse en cuarenta minutos por el miedo a que cuatro gotas deslucieran el trabajo llevado a cabo. 

El recorrido que estaba previsto, pasando por las principales calles de la localidad, se modificó sin previo aviso, acortándose. Metiendo la quinta marcha, Sus Majestades llegaron al Auditorio en un tiempo récord. Se llegó a correr la voz, aunque falsamente, de que la Policía Local los había multado por exceso de velocidad. Mucha gente los esperaba a su llegada, otra aún se está enterando, mientras lee esto, de que hubo cabalgata. 
La magia que deja tras de sí un evento como este fue sustituida por caras de decepción. Mientras que algunos padres todavía se esfuerzan por mantener esta tradición, colocando los regalos por la noche y procurando no hacer ruido, otros se encargan de romper con el hechizo. Y es que algo tan sensible como la creencia que tiene un niño pequeño puede romperse en sólo un segundo.

La magia perdida
Parece que nadie se ha parado a pensar en ellos. Todo el año esperan con su inocencia a que lleguen estas fechas y se esmeran en prepararlo todo para que Papá Noel o los Reyes Magos se sientan tan a gusto en su casa que dejen algún que otro regalo de más. Ser niño es algo que no se vuelve a recuperar, ni la intensidad con la que se viven las pequeñas cosas. Cuando creces lamentas que el tiempo haya pasado tan rápido y que no haya cosas tan especiales en las que creer. El consuelo está en intentar recuperar la magia en los días que quedan para que sus majestades vuelvan otra vez.

Este año podría calificarse como un despropósito, pero no siempre fue así. En ediciones anteriores, las calles de O Carballiño se abarrotaban de gente.

La gente de la comarca se acercaba a disfrutar de este evento. Se soportaron las inclemencias del tiempo en muchas ocasiones, sin afectar a la seguridad ni de pequeños ni de mayores. Algunos incluso veían el cargar con el paraguas como una ventaja para utilizarlo como saco de caramelos. Eran un día especial, y lo seguirá siendo, siempre y cuando se hagan las cosas pensando en los que las van a disfrutar. 

A pesar de las malas críticas, no fue todo malo. Son muchos los que comentan que el acompañamiento musical merecía la pena. El dúo Canela Cafuné deleitó a los asistentes con canciones navideñas y otros temas durante el recorrido. 

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