Cuando Andy Warhol sentenció que en el futuro todo el mundo tendría 15 minutos de fama, no imaginaba que todo el mundo acabaría buscando 15 minutos de gloria al día. Millones de exhibicionistas se dejan caer a diario por las redes sociales y televisiones dispuestos a enseñarlo todo a cambio de unos instantes de celebridad. Los representantes vecinales de Punxín enfrentados con su párroco retrasaron ayer un cuarto de hora (más o menos) la reunión concertada en el Obispado. Quince minutos de gloria. El tiempo suficiente para que las cámaras de Susana Griso grabasen el testimonio directo, la foto instantánea del conflicto. El obispo aguardó pacientemente. Tal vez en la espera sintonizaba Antena 3 para saber qué querían decirle los atribulados feligreses. Tal vez al recibirlos, los percibió ya apaciguados. No por la dimisión del sacerdote, sino por esos instantes en los que Susana se coló en sus vidas.
