Opinión

Cachamuiña

No voy a ir tan lejos en los tiempos si esperáis que hable del Libertador de Vigo, nuestro paisano, el coronel, Bernardo González “Cachamuiña”, lo mío es un tema mucho más cercano. Cuando nuestras autoridades municipales acordaron dotar a la ciudad de Ourense de un buen abastecimiento de agua potable, ya que había aumentado mucho el número de habitantes y era insuficiente el que nos estaba suministrando el embalse de Castadón, nuestro municipio invadió los terrenos del de Pereiro de Aguiar, en los pueblos de Cachamuiña y del Vilar, aprovechando también las aguas del río Loña y, al irse comprando los terrenos y cerrando el trato con los vecinos propietarios, se les decía que, en sus tierras, se iba a construir un embalse. Se levantó el muro y, una vez lleno de agua su territorio, fue colocado en lugar bien visible, en la carretera general, un gran cartel en el que se indicaba que el objeto del agua embalsada era para el suministro de agua potable a la ciudad de Ourense, se rogaba fuese respetada y había una prohibición: bañarse; (no pescar) y así se le llamó y se le sigue llamando, embalse de Cachamuiña.

Pasando los años y cuando se produjo un cambio de color en la gobernabilidad del Ayuntamiento, fue retirado aquel cartel y se colocaron varios que decían “Presa” de Cachamuiña; quedamos sorprendidos y entendimos entonces que la cosa del cambio de denominación, pudiera ser a que, en el municipio de Pereiro de Aguiar y en el monte Chao, había sido instalada la prisión provincial y, por mimetismo, debía pasar a llamarse “Presa de Cachamuiña”.

La cosa no queda ahí, sigue pasando el tiempo y hay una nueva incorporación y de nuevo color, a la Corporación municipal y, “por lo que sea”, se produce otro nuevo acuerdo, el Concello decide que debe ser cambiada la denominación actual y sea escrito el nombre del, antes, “embalse” y luego “presa”, en el idioma de la Autonomía en gallego, por lo que deben ser retirados los carteles actuales y se coloquen otros nuevos con el indicativo de “encoro”, y por tanto, el abastecimiento de agua potable a la ciudad de Ourense deberá constar que está situado en el “encoro” de Cachamuiña; y así es, a la vista del cartel colocado, fuera de los terrenos, y según la fotografía que acompaña estas líneas.

Cuando en el año 1954 se comenzó a construir este “embalse”, después “presa” y luego “encoro”, estaba sin terminar el de Os Peares (1947-1955), no existían los más cercanos, de Velle (1966), Castrelo de Miño (1969), ni San Pedro (1959) y, claro, si se compara el volumen de agua embalsada de cualquiera de éstos, con el de Cachamuiña, nuestro “embalse”, “presa” o “encoro” podría pasar a llamarse, en lenguaje popular, “embalsiño”, aunque estimo que esta mi propuesta no prosperará ya que los vecinos de las localidades de Cachamuiña y del Vilar, y también los de la capital le seguirán llamando, como en su original denominación de siempre, “embalse de Cachamuiña”.

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