Opinión

La corrupción pasa una pequeña factura

Pese a que la situación económica es percibida entre regular y muy mala por el 90 por ciento de los encuestados por el CIS; pese a que solo un cuarto de los españoles considera que está mejor que hace un año y que el año próximo mejorará; pese a que otro más del 90 por ciento de los españoles valora  la situación política entre regular y muy mala, y que solo el 13 por ciento estima que dentro de un año la situación habrá  mejorado, y pese a que la corrupción política sigue siendo el segundo problema de los españoles, de celebrase ahora elecciones generales el PP volvería a ganarlas con un 31,5 por ciento de los votos, que sumados al 15 por ciento que conseguiría Ciudadanos permitiría al centro derecha seguir gobernando, porque la suma de PSOE y Podemos y sus confluencias llegan al 40 por ciento de los votos.  

La razón quizá haya que buscarla en que si bien los encuestados consideran que la labor del Gobierno es mala o muy mala para el 53%, aún es peor la consideración que tienen hacia la labor de oposición del PSOE, nefasta por el 61% de los encuestados. En este caso, a los socialistas de poco les sirve que su actual líder, el presidente de la gestora, Javier Fernández, alcance una valoración aceptable dentro del suspenso colectivo a los políticos y ministros del Gobierno, sin que aparezca ninguno de los tres candidatos a erigirse en secretarios generales tras las primarias, por lo que habrá que esperar para ver si la consolidación de un liderazgo socialista les sirve para quitarse del cogote el aliento de Podemos.

Por unas escasísimas dos décimas, 19,9 frente a 19,7, el PSOE recupera la segunda plaza en intención de voto a costa de la formación morada, lo que no supone que haya conjurado la posibilidad del "sorpasso" que persigue Pablo Iglesias, que sigue siendo el líder peor valorado de Podemos & Co, y que ha perdido dos puntos desde la celebración de Vistalegre II.

Que la encuesta fuera realizada cuando se desató la crisis de Murcia puede ser la causa del descenso del PP. Si la corrupción que le afecta acaba por pasarle factura, aun puede acentuarse tras la "operación Lezo" de Madrid. Ciudadanos ha vuelto a imponer su imagen de marca de partido regenerador y azote de la corrupción que le ha permitido ganar más porcentaje del que pierde el PP, posicionado ya como un partido claramente de centro liberal tras su congreso, como lo identifican la mayor parte de los encuestados por el CIS ,y subir hasta casi el 15% en intención de voto, que lo afianzan, al menos en esta ocasión, como la muleta imprescindible para un gobierno de centroderecha. O como partido bisagra,  

La salida del periodo de interinidad en el que vive el PSOE desde el pasado 1 de octubre, sin duda le facilitará mejorar sus expectativas electorales, pero el escalón que le queda hasta poder alcanzar a los populares –más de once puntos- parece muy alto incluso para las ansias ganadoras de Susana Díaz y su rechazo a un pacto con los partidos a su izquierda, con los que necesariamente tendría que contar si desea acceder a La Moncloa. Porque el panorama que dibuja el CIS es que ningún partido, en solitario, puede garantizar la estabilidad del Gobierno. En cualquier caso los socialistas siguen manteniendo un amplio suelo que les permite afrontar las elecciones sin el temor a la "pasokización" o a la irrelevancia del PS francés.

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