Llevo en la Bengala india desde el pasado 11 de noviembre. Me encuentro, como en años anteriores por estas fechas, en la hermosa localidad de Santiniketon (Morada de la Paz). Donde Tagore, en 1901, creó la primera escuela nueva de Oriente, y hoy es un gran centro educativo, con unos seis mil estudiantes de todos los niveles de enseñanza, incluida la universitaria. Esta mañana, venía desde la casa que tengo alquilada en el barrio de Fuldanga (de las flores), en un rikxa bicicleta de tres ruedas, en dirección al ciber en el que escribo todos mis artículos y leo mis 'correos'. Como todos los días me paré a comprar el periódico The Statesman, por 2,5 rupias (un euro son 60 rupias). Compro este diario por ser el más objetivo e independiente de los que se publican en India, aunque está en inglés y solo entiendo la mitad de lo que dice. Con respecto a España existen cuatro horas y media de diferencia horaria. En la primera página de hoy 8 de diciembre, aparece una gran foto a todo color con el atentado terrorista ocurrido en la ciudad más sagrada de todo el país, como es Benarés, que los bengalíes denominan Varanosi y está radicada en el estado de Uttar Pradesh, al lado del sagrado río Ganges.
Curiosamente, venía para componer un nuevo artículo para La Región, con el título de 'O país da paz e das cores'. La noticia triste es prioritaria en mi comentario y el artículo puede esperar. Todos coinciden aquí, con la lógica reserva y discreción, que el atentado es responsabilidad del grupo islamista y fundamentalista 'Indian Mujahideen' (IM). Y lo hizo como represalia, porque en 1992, grupos ultras hinduistas (los fundamentalistas hindúes también son muy peligrosos y sectarios), demolieron la mezquita Babri, radicada en la ciudad de Ayodhya-Faizabal, en el estado antes citado. La demolición la realizaron a la fuerza argumentando que antes hubo allí un templo hinduista dedicado a Rama, eliminado por los musulmanes para levantar su mezquita.
El atentado provocó la muerte de una chica llamada Sarita Sharma y su madre se encuentra grave en el hospital de la ciudad. Más de 25 personas, algunas graves, están heridas. Entre ellas un turista italiano y otro francés. La capital Delhi y otras ciudades importantes se encuentran en estado de alerta. La policía está buscando otras posibles bombas en otros lugares del país. El primer ministro, que tengo la suerte de conocer, ha pedido calma a todos los ciudadanos indios. En los últimos días, especialmente en zonas de Bengala, se producen duros enfrentamientos entre militantes de partidos en el poder y de partidos con muchas posibilidades de acceder a gobernar, echando de sus puestos a los que ahora están. Como los comunistas bengalíes que gobiernan el estado durante los últimos treinta y cinco años.
