Opinión

NADIE

Dejando al margen a los impresentables 'hacedores' de la venta de 'preferentes', que siempre han estado proyectando la manera de cómo vivir bien a costa de los demás -seguro que ahora mismo estarán buscando nuevas fórmulas para lo mismo-, hablemos de quienes vendieron el producto, si es que alguien vendió preferentes. Hagámoslo sin ningún tipo de acritud hacia el conjunto por comprender que muchos fueran asimismo víctimas del mismo engaño. Pero quizás lo primero sea preguntarse si alguien las vendió; y es que parece que fueran arcanos demoníacos quienes lo hicieran, porque 'yo no, no fui yo', dicen todos al pasar por las preguntas que le hacemos los curiosos en el tema. 'Yo no fui, que fue Pirulí', 'fue aquel de allí o allá', 'aparta de mí este cáliz', se responde comúnmente.


Preferentes para él y para ella, la señora y el caballero, hasta cientos de miles de ellas, pero sin que al parecer las tramitara nadie, ninguna asunción de culpa por nadie que yo sepa, ni siquiera para asumir simple disculpa, un 'lo siento, no lo sabía', 'he sido un ingenuo, un ignorante, e incluso un cobarde por no oponerme a este sistema'; no sé, alguna palabra de reconocimiento de culpa o simple y propia debilidad humana. Mas ¡Nadie a la vista!, y eso que algunos que saben por dónde se andan entre los vericuetos de las oficinas bancarias denunciaron públicamente que la operativa comenzaba con el que controlaba los saldos de las cuentas de la víctima de determinado perfil hasta el compañero comercial que remataba como nadie; claro que nadie es Nadie, sobrenombre común del director, interventor o simple bancario que trabajaba entonces a las órdenes de la Organización, de cualquiera de todas ellas que manejaron estos productos financieros como si fueran armamento económico nuclear para la salud psicológica de muchos.


Nadie se ha convertido, pues, en el apellido más común de este alrededor asunto, más común que ningún Rodríguez, García o González, porque siendo tantos los afectados y nadie los intervinientes en su comercialización, son demasiados Nadie que se puede leer en el carnet de identidad de una neo ciencia ficción bancaria. Muchos Nadie hasta se lo creen, que no han sido ellos sino un doble, el vecino de enfrente, un marciano o la enajenación por orden extrema quienes vendieron preferentes, no en vano existe enfermedad que deriva del autoengaño y aquí muy comprensible para los circuitos de nuestro cerebro que más convienen a la autoestima, tratando de encajar lo cambiante en el modelo que ha construido más que encontrar la verdad. Otros Nadie se han evaporado de su realidad externa como si los llevara un bergantín hacia aguas más calmas y a que pase la tormenta, no vaya a ser que los parta un rayo. La pena de este Nadie es que no prodigara su mal a otro Nadie sino a Alguien, a demasiados Alguien de carne y hueso que han sufrido verdadero calvario.


Pues bien, hoy quisiera, ya que otra estafa masiva, proveniente de productos económicos de entidades cuya actividad según el parecer de la falta de Responsabilidad Patrimonial del Estado era mercantil y no financiera, es noticia porque en estos días han procesado a catorce cargos directivos de Afinsa y está liquidando el Administrador a los perjudicados un primer 5% de sus ahorros, quisiera decir que yo sí he sido Alguien que vendió productos de Afinsa ¡hay que ser estúpido y fastidiarse! (menos mal que siempre he sido mal vendedor de estas cosas), pero al fin y al cabo persona para poner cara ante las víctimas. Así, al menos yo soy yo y no Nadie.

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