Aunque en la época actual hay mucho cantante suelto, la cosa hoy no va del famoso musical de la familia Trapp sino de puro contraste de noticias que nos participa la actualidad. Desafortunadamente hay muchas más lágrimas que sonrisas, además de que éstas últimas se intuyan cínicas como la que ha lanzado a los medios el sindicalista atrapado por los ERES andaluces cuando caminaba esposado entre los guardias caminito de prisión. Al zulú Lanzas, que se pasó de listo, le están ahora buscando zulo en una finca jienense de su propiedad donde se sospecha que esconde 2,7 millones de euros que ha amasado en comisiones de falsos EREs, falso saber. Pero, de momento, la verdad es que le ha sido más fácil al perro olfatear los ochenta y dos mil euros que guardaba el estafador debajo de la cama, que al geolocalizador técnico de movimientos de tierra detectar el mayor dinero; será que el sentido animal olfatee mejor un perverso instinto humano que cualquier aparato sin alma.
De verdadera lágrima resulta pensar que más de mil millones de euros se han metido entre espalda y pecho andaluces gandules y deshonestos, con la participación de estos Lanzas del carajo y demás 'entornos' sindicales. Nada menos que más de un diez por ciento de la cuantía que queda para resolver otra gran estafa de 8.900 millones de euros, caso 'preferentes'.
Indigna ir sumando demasiadas partidas económicas sucias que por un lado anegan de pena llorosa a la gente sencilla de las preferentes, que tendrán que conformarse previsiblemente con una quita del 43% (que le quita la cara oscura de la banca), y, por otra parte, que hace crecer la desconfianza y el temor al sistema de todo el que no es golfo, o al menos no ha tenido oportunidad de serlo. Incluso indignan partidas que no son golfas, en particular sinonimia de ilícitas, cuales son las redes clientelares tejidas por la ambición, codicia y engaño de los que haciéndose pasar por servidores públicos se sirven de lo público hasta decir basta, hasta que los pillan con carritos de helados tipo Bárcenas. Partidas también, si no tan golfas sí desconsideradas, como las que se han aprobado en último consejo de ministros por importe de 52 millones de euros para financiación de los partidos políticos a los que pertenecen los que las dan ¡vaya negocio!; que este Estado no haya resuelto aún ¡como Dios y mal ejemplo manda! el hecho de que pague la maquinaria del poder de los partidos el que milita en ellos y no se engrase con sudor, sangre y lágrimas del conjunto de la población, es algo que tira de los pelos a cualquier espíritu democrático mínimamente sano. Simplemente, lo único que consiguen con este atraco legal los procuradores en Cortes del sistema es desafección al mismo y contestación cada vez más próxima a la desobediencia civil, con lo que después nos echaremos las manos a la cabeza de purito escándalo por no advertir a tiempo lo que no advertimos ayer tampoco con los ERES de Andalucía y olé. Todos pringados, pero cual actores en obra de Brecht representando nuestro bandidaje como personas respetables que sencillamente ejercen una actividad profesional sucia.
Y como en cualquier película llegamos al THE END. Pero, como hoy va más de lágrimas que sonrisas, acabaremos de empapar el pañuelo con los siempre reivindicativos Bardem que cierran su restaurante La Bardemcilla con llave de otro ERE que deja en la calle a once empleados, a sangre fría de Raoul Silva en SkyFall de James Bond o de puñetero capital. Y es que, a pesar de sonreírles la vida por tanta película bien remunerada en la que participan, una cosa es predicar desde los Goya y otra dar trigo, sobre todo cuando no hay demasiado, o, mejor dicho, cuando no hay demasiado trigo limpio entre ERES.
