Opinión

Cuaresma con libros nuevos

La Cuaresma es cada año un aldabonazo en los oídos y el corazón de los cristianos. Los puntos sacramentales álgidos son el retorno al Bautismo en el contexto de la Iniciación cristiana (más Confirmación y Eucaristía) y el sacramento de la reconciliación. Mediante tales sacramentos, la Iglesia se renueva en sus miembros y se purifica para renacer en Cristo.

Este año ayuda a este itinerario, el acontecimiento diocesano del Sínodo convocado por el obispo destinado a poner en movimiento a toda la comunidad diocesana para encontrar los medios y remedios para facilitar al Prelado los elementos idóneos para una pastoral adecuada. La cuaresma con sus celebraciones, sus ejercicios de piedad y el espíritu que desea crear debe ayudar a celebrar, vivir y actuar caminando juntos, sintiéndonos hermanos y unidos en el propósito de renovar la vida cristiana de la diócesis. Es fundamental volver al Bautismo y al itinerario de vida que supone la Iniciación cristiana (filiación divina y fraternidad en Cristo); es substancial dejar que Dios reconcilie y recibir con gozo la misericordia del Padre, por el Hijo, en el Espíritu Santo.

Además esta cuaresma cuenta con un hecho muy importante: el estreno de la IIIª edición del Misal castellano. Es el libro primero después de la Biblia, donde se contienen las oraciones de la Iglesia católica. Contiene la “ley de la oración” que es norma de la “ley de la fe”. La Iglesia ora (en los libros litúrgicos) como cree. Y su fe contenida en el Credo y los documentos dogmáticos y morales, se alimenta de la oración litúrgica, celebrada por la Iglesia entera (la Católica).

Se pide a fieles y sacerdotes recibir con enorme cariño y emoción el Misal en la III edición. Es un regalo de la Iglesia a todas las comunidades de lengua castellana. Hay “novedades” pensadas para mejorar la celebración de la Misa, pero lo más importante es lo que viene de la Tradición inmutable de la Iglesia, que garantiza que, lo que celebramos hoy es lo que nos mandó hacer Cristo y lo que la Iglesia ha custodiado fielmente hasta hoy.

A los sacerdotes se les pide conocer y amar el Misal, hacer catequesis fuera de la Misa a los fieles, entusiasmarles por la forma de celebrar, ayudarles a descubrir que la Eucaristía es también de ellos, necesitan conocerla para celebrarla y vivirla mejor. Estrenar este libro todo él centrado en la Eucaristía, la fuente y cumbre de la vida espiritual de la Iglesia, es un acontecimiento extraordinario. Ofrece muchas posibilidades para variar, para enriquecer la oración, para no caer n la monotonía y para entusiasmar a quienes desean celebrar mejor. ¿Cómo celebraría la Misa con este Misal Juan de Ávila, Francisco Javier, el Padre Pío y cómo participaría santa Teresa de Jesús?

Comienza en la Iglesia un tiempo de capital importancia que, en el devenir de los siglos, ha ido mitigando las penitencias pero que el fin sigue siendo el que conduce a la gozosa mañana de Pascua, solemnidad fundamental para el creyente.

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